El presidente de México, Enrique Peña Nieto, le respondió al mandatario electo de los Estados Unidos, Donald Trump, asegurando que «por supuesto» su país «no pagará» el muro fronterizo que anunció el replublicano. Además, lo acusó de «influir» negativamente en las decisiones de inversión y le exigió que «mantenga el libre flujo de remesas» de dinero entre ambas naciones.

«Todos los temas que definen nuestra relación bilateral están sobre la mesa; en ningún momento aceptaremos nada que vaya contra nuestra dignidad como país y como mexicanos», subrayó Peña Nieto al cerrar la reunión anual de los embajadores y cónsules mexicanos.

«Es evidente que tenemos algunas diferencias con el próximo gobierno en Estados Unidos, como la construcción de un muro que, por supuesto, México no pagará», dijo el mandatario, horas después de que Trump ofreciera en Nueva York su primera rueda de prensa desde que fue electo.

«No voy a esperar un año y medio para construir el muro ni esperar a terminar la negociación con México», indicó Trump en su contacto con los periodistas acerca de la iniciativa que, según dijo reiteradamente durante la campaña electoral, aspira a que sea pagada por los mexicanos.

Sin embargo, la posibilidad de que México se haga cargo del costo del eventual muro ya había sido rechazada tajantemente ayer por el canciller Luis Videgaray, quien advirtió por televisión: «no hay manera en que eso ocurra».

«En la relación entre dos países vecinos hay muchos temas que se pueden negociar, platicar, incluyendo toda la relación comercial; pero hay temas que van en contra de la dignidad de un pueblo, que atentan de manera flagrante contra la soberanía nacional, y en esos temas no vamos a transigir; y este es uno de ellos», remarcó Videgaray.

Asimismo, Peña Nieto se comprometió a «defender las inversiones nacionales y extranjeras en México» y reclamó «reglas claras para que continúe el flujo de capitales en la región», así como rechazó «cualquier intento de influir en las decisiones de inversión de las empresas con base en el miedo o en amenazas».

Después de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre pasado, la fábrica de acondicionadores de aire Carrier y la automotriz Ford resolvieron abandonar proyectos de inversión en México, donde tenían previsto abrir plantas industriales que emplearían a miles de personas, debido a las amenazas de Trump.

«La complementariedad de los procesos productivos entre los tres países que integramos la región del Nafta (sigla en inglés del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que integran Canadá, Estados Unidos y México) es una de nuestras mayores fortalezas», señaló Peña Nieto.

Por otra parte, el mandatario mexicano aseguró que para establecer cualquier negociación con el futuro gobierno estadounidense impondrá como condición que se «mantenga el libre flujo de remesas» entre ambos países.

Trump prometió en su campaña electoral que bloquearía las remesas desde Estados Unidos, porque provienen, en su mayoría, de «inmigrantes indocumentados».

«De esos recursos depende el sustento de millones de familias mexicanas, principalmente de bajos recursos», replicó hoy Peña Nieto, según reportaron las agencias ANSA, DPA y EFE.