El Gobierno convocó para la semana próxima a una reunión entre la cadena de supermercados Carrefour Argentina, que anunció una profunda crisis financiera, y los sindicatos que denunciaron que hay 3.000 puestos laborales en riesgo.

Así lo reveló el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, al referirse a la sorpresiva decisión de la empresa de capitales franceses de presentar un Proceso Preventivo de Crisis ante la cartera laboral.

Desde la firma, que tiene 18 mil empleados en el país y 453 en Rosario (repartidos en cinco sucursales), aseguran atravesar una situación económica compleja luego de “tres años de pérdidas en el país”, donde tiene 585 sucursales.

Triaca dijo que llamó a una audiencia para que las partes puedan expresarse para hallar «un consenso en el camino que tienen que transitar» para «cuidar los derechos de los trabajadores en base al convenio vigente».

El sindicato de Empleados de Comercio denuncia que la firma pretende cerrar 11 locales, despedir 3.000 empleados -de los 18 mil que tiene en total- y reducir 20% los salarios.

Fuentes de la cartera laboral indicaron que en la reunión -que podría realizarse el lunes- se conocerá cuál es el estado de situación y las exigencias que tiene la compañía.

A nivel nacional, desde el gremio que conduce Armando Cavalieri afirman que el propósito es el despido de unos 2.700 empleados y el cierre de locales comerciales.

De acuerdo con la Ley de Empleo 24.013, el Proceso Preventivo de Crisis (PPCE) se aplica cuando se afecte a más del 15% de los trabajadores en empresas de menos de 400 trabajadores; a más del 10% en empresas de entre 400 y 1.000 trabajadores; y a más del 5% en empresas de más de 1.000 trabajadores.

Este recurso se tramita con carácter previo a la comunicación de despidos o suspensiones por razones de fuerza mayor, causas económicas o tecnológicas.

Tasa de retorno y despidos encubiertos

Desde 2009 a esta parte, contabilizando las cinco sucursales que tiene la compañía francesa en Rosario, la planta total de trabajadores se redujo de (alrededor de) 800 a los 453 puestos cubiertos actualmente.

Es esa realidad la que lleva al gremio a desconfiar de esta solicitud de Carrefour, tras la cual ve la intención de la empresa de seguir reportando tasas de retorno a su casa matriz a costa de despidos encubiertos, tras la figura del retiro voluntario.

“La práctica usual de estos años de reducción de personal es: ofrecer indemzación a los trabajadores, bajar dotación para renovar la antigüedad, y muchas veces desde la figura del retiro voluntario que para nosotros no son más que despidos encubiertos. Y se reduce la planta y el resultado es que un trabajador termina haciendo el trabajo de 2 o 3, hay mayor precarización”, sostuvo Virgili.

El delegado gremial aseguró que “lo fundamental son las fuentes de trabajo”, y que junto al Sindicato de Empleados de Comercio se encuentran “en estado de alerta”, a la espera de la resolución ministerial.

En palabras del dirigente, el procedimiento preventivo de crisis le permitiría a la firma “bajar las cargas patronales, ahorrarse entre un 45 y un 55%, por la asistencia estatal”. Durante ese período, deben comprometerse a no despedir gente”.

Para Virgili, el “huevo de la serpiente” es la tasa de retorno que se le exige a Carrefour desde su casa matriz en Francia.

“Carrefour está formando precios de acuerdo con la inflación, como ha bajado el consumo y desde Francia siguen exigiendo el envío de una suma que nunca puede bajar, ajustan por el lado del trabajo, y en este caso pidiendo la asistencia mediante el procedimiento de crisis”, señaló el gremialista.

Y resaltó una contradicción en el manejo empresarial. “En los briefing que van a haciendo desde la compañía, los previstos en las ventas les dan favorable, no con pérdidas, es decir los objetivos evaluados por la empresa ellos dicen que los cumplen y hasta 2015 fue el supermercado que mas vendió en el país”, cerró.

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