La contaminación en Pekín, capital de China, es un problema de grave situación  desde hace muchos años. En muchas ocasiones, los habitantes se ven obligados a salir con máscaras a la calle, y por todo ello es que la policía ambiental dispuso una serie de medidas para mitigar la situación, entre ellas la prohibición de los asados y la calefacción a leña.

El vicealcalde de la capital, Cai Qi, hizo saber que los agentes anti smog perseguirán a quienes cocinen carnes a la parrilla y al aire libre pero también a quienes quemen la basura o enciendan fuego con leña para calentarse, según un reporte de la agencia china Xinhua divulgado por Ansa.

Cai anunció otras medidas para reducir la contaminación, que obliga a la capital del país a salir con máscara, como el recorte del 30% de uso de carbón en 2017 y el cierre de las 500 plantas productivas más peligrosas para el ambiente.

Además, desde febrero prohibirán la circulación en Pekín de unos 300.000 vehículos altamente contaminantes.