Rusia es el mayor exportador de trigo en países como Egipto, Nigeria, Bangladesh e Indonesia y, durante los últimos diez años, han seguido aumentando las exportaciones de trigo debido a la creciente demanda. «Rusia estará entre los líderes del mercado durante mucho tiempo, ya que tiene un buen potencial para aumentar la productividad», según comentó Tom Basnett, el director de la empresa de consultoría australiana Market Check.

Desde el año 2002 las exportaciones siguen creciendo. Así, en los primeros siete meses del año 2016, las exportaciones agrícolas constituyeron el 5,5%  de todas las exportaciones del país.

Según explicaron los propios granjeros, la principal razón del desarrollo de la industria rusa es la decisión del Kremlin de permitir a los ciudadanos comprar y vender terrenos. La semana pasada, el ministro de Agricultura de Rusia, Alexandr Tkachev, declaró durante una reunión con el presidente Vladímir Putin que en los próximos 10 años, la cosecha de trigo podría aumentar un 20%. «Las exportaciones nos dan una moneda sólida, gracias a la cual nuestro productor se enriquece», subrayó.

En reportes económicos anteriores, Rusia informó de que en el año agrícola de 2015-2016, hasta el 26 de agosto, se habían exportado 4,5 millones de toneladas de cereales, incluyendo 3,26 millones de toneladas de trigo.

El Ministerio ruso pronosticó a fines de agosto pasado un total estimado de exportaciones de alrededor de 40 millones de toneladas durante el año en curso, incluyendo unos 26-30 millones de toneladas de trigo.  En cuanto a la cosecha de cereales, el ente prevé que este año será de al menos 110 millones de toneladas, que pueden aumentar hasta los 113-116 millones en caso de que se den buenas condiciones climáticas.

Por su parte, algunos productores estadounidenses se han visto obligados a reducir la extensión de sus cultivos. El próximo año, la cosecha puede caer hasta el nivel del año 1919.