Rosario, durante los últimos años, ha sufrido diferentes problemas que implicaron tomar medidas de prevención, control y cuidado. En ese marco, desde la Municipalidad, a través de diferentes áreas -Salud, Defensa Civil, Hidráulica, personal del Sies, entre otros- realizaron un balance repasando los distintos protocolos de seguridad y prevención llevados a cabo desde el año pasado en adelante y posibles medidas a tener en cuenta en caso que se produzca el advenimiento del fenómeno meteorológico La Niña.

Raúl Rainone, director de Defensa Civil, comenzó destacando los protocolos basados en los seis hechos más ocurrentes en la ciudad: inundaciones, accidentes, incendios, derrumbes, derrame de sustancias peligrosas y alerta meteorológicas.

«La idea de desarrollar estos protocolos es organizarse a partir de lo ocurrido y trabajar a partir de las consecuencias para visualizar lo que pueda venir y actuar en prevención», destacó.

Por su parte, Gonzalo Ratner explicó que se trata de llevar adelante una «gestión de riesgo que pretende fortalecer a la población más vulnerable, generando capacidad de respuesta y disminuir el número de desastres, por lo que es fundamental la intervención de todas las áreas, desde Cultura y Educación a Defensa Civil y Salud».

Entre los hechos mencionados que marcaron un punto de partida en la formación del Coem Central -equipo integrado por miembros de distintas áreas municipales que trabajan en planes de prevención- destacan la creciente del arroyo Saladillo -desplazamiento de la cascada-; desborde del Mangrullo; la enfermedad del dengue, tragedia de calle Salta 2141; anegamientos y destrozos producto de El Niño.

Luego del balance, hicieron hincapié en la posibilidad de que aparezca el fenómeno climatológico La Niña: «Si bien estamos en etapa neutral, hay entre un 50 y 65% de entrar en La Niña, lo que provocaría lluvias por debajo del promedio normal a partir de noviembre y hasta febrero», detalló Ratner.

Asimismo marcó que si bien La Niña se asocia a la sequía, «no hay que bajar los brazos en materia de prevención porque este fenómeno también significa fuerte caída de agua en cortos períodos de tiempo con posibilidad de granizo».

Finalmente, y en cuanto a las consecuencias que podría presentar para el río Paraná tal fenómeno, dijo que «con este pronóstico el agua del río va a seguir descendiendo», pero admitió que «no pueden establecerse valores concretos por ahora».