Por Alejandro Maidana

En el año 2010 el doctor Damián Verzeñassi, hizo un estudio casa por casa que incluyó a 65.000 personas en la provincia de Santa Fe y comprobó que las tasas de cáncer son entre dos y cuatro veces el promedio nacional, incluidos el cáncer de pecho, próstata y de pulmón. También se comprobaron altos índices de trastornos en la tiroides y de problemas respiratorios crónicos. “Puede estar vinculado con los agrotóxicos”, dijo en ese momento Verzeñassi. “Hacen los análisis de toxicidad sobre el primer ingrediente, pero nunca han estudiado las interacciones entre todos los químicos que están aplicando”.

Hasta ahí una introducción harto conocida sobre la utilización de químicos y los problemas originados por éstos. Pero… ¿existe un límite para la desidia?

Timbúes es un maravilloso lugar cercano a la ciudad de Rosario. Atravesado por el bravo río Carcarañá y abrazado por la naturaleza, hoy sufre un nuevo ataque ambiental.

Sumado a la contaminación originada por la empresa Pelco con la quema de residuos peligrosos, se le suma la fumigación en su casco urbano que pone un nuevo alerta entre sus moradores.

Conclusión dialogó con vecinos autoconvocados por la vida, quienes captaron el preciso momento en que sucedía el hecho.

“Esto sucedió el lunes por la mañana en la parte nueva que están construyendo del Fonavi, y en la cuneta de punta a punta del ferrocarril. Cuando observo esa acción interpelo al muchacho que estaba fumigando y el mismo no tenía ni idea que estaba prohibida la actividad que llevaba adelante. Sumado a que no tenía ningún tipo de protección para hacerlo, estaba expuesto a lo destructivo que resultan los químicos”, dijeron.

La ley 11.273 prohíbe la utilización de fitosanitarios en ejes urbanos, tanto públicos como privados. “Esto que sucedió es una locura, la comuna de Timbúes debería dar el ejemplo y sucede todo lo contrario. Nos envenenan como ratas de laboratorio, observar el color del pasto luego de ser rociado por químicos, habla a las claras el daño que se avecina sobre nuestra población”, enfatizó uno de los vecinos.

Hasta el momento las denuncias recogidas y difundidas por Conclusión habían sido sobre el accionar negligente de las empresas privadas, pero en este caso es el Estado el que incumple con la ley. Hoy por hoy la resistencia parece ser endeble ante el avance de un monstruo al que le han allanado el camino.

¿Habrá una colectora de escape para esta ruta que nos conduce a un final poco feliz?