Enfrentamientos armados en el norte de Irak entre una milicia sunnita y el radical Estado Islámico (EI), y dos atentados suicidas contra una planta de gas y una patrulla militar en el centro del país mataron al menos a 23 personas, en otra jornada de violencia que demuestra que el conflicto no ha cedido en el territorio.

El último atentado sucedió en la localidad de Al Latifiya, a unos 20 kilómetros al sur de Bagdad, cuando un coche bomba estalló en medio de una zona comercial. El objetivo era una patrulla del Ejército que pasaba justo por allí, según informó la policía local a la agencia de noticias EFE.

El estallido mató a dos civiles, hirió a 12, destrozó el vehículo militar y causó daños en los negocios y edificios aledaños.

Poco antes la milicia extremista EI había reivindicado otro atentado, este en la localidad de Tayi, a 30 kilómetros al norte de Bagdad, contra una importante planta de gas.

Según una fuente de la policía local, el ataque, que dejó un saldo de siete trabajadores muertos y otros 24 heridos, fue cometido simultáneamente por seis milicianos con cinturones explosivos y otros dos suicidas que irrumpieron con coches cargados de explosivo.

Una vez que los autos lograron romper el perímetro de seguridad y entrar al predio, los seis atacantes suicidas se infiltraron, se acercaron a dos depósitos de gas, y se inmolaron.

La explosión fue masiva y las llamas llegaron a expandirse hasta algunas casas de obreros de la periferia.

Los ataques con varios suicidas es un método habitual empleado por el EI en sus ofensivas contra las fuerzas de seguridad en Irak, donde controlan importantes zonas del norte y del oeste del país, desde junio de 2014.

Mientras tanto, los combates continúan sacudiendo el norte del país.

Esta vez los enfrentamientos fueron en el pueblo de Kanuna, en la provincia de Nínive, y entre la milicia suní Multitud Nacional y los combatientes del EI.

Según informó a EFE un vocero de la milicia sunnita, Amr Hazem, ellos perdieron dos hombres, mientras que 12 miembros del EI fallecieron.

La milicia Multitud Nacional logró imponer un cerco alrededor de la población civil antes de lanzar la ofensiva, que se prolongó entre primera hora de la mañana de ayer y la madrugada de hoy.

El EI, por su parte, informó en un comunicado difundido por las redes sociales que logró detener la ofensiva, de la que acusó a las milicias kurdas, más conocidas como peshmergas.

En tanto, en la capital de esa provincia, Mosul -un bastión del EI-, un alto responsable de este grupo yihadista y sobrino del «número 3» de la organización, murió en un ataque aéreo de la coalición internacional liderada por Estas Unidos, según informaron fuentes de seguridad.

Ayad Jalá, apodado Abu Ozmán al Afari, murió el pasado jueves, después de que su vehículo fuera alcanzado por un cohete teledirigido en la avenida Al Muzana, pero la noticia se dio a conocer hoy debido a que las fuentes oficiales querían asegurarse de la identidad de la víctima.

El jefe de la seguridad del consejo local de Nínive, Mohamed al Bayati explicó en declaraciones a la agencia EFE que el tío de Jalá es el juez Hasan, responsable de los magistrados del EI en Mosul y el tercer hombre más importante de la organización yihadista, detrás del líder Abu Bakr al Bagdadi y el vocero Abu Mohamed al Adnani.

Además, el hermano del fallecido, Suhail Jalá, es el mayor financiador del EI y responsable del apoyo extranjero.