En medio de la peor sequía que se recuerda en Italia, que abarca a dos tercios del país y de los campos cultivados, el Vaticano empezó esta madrugada a apagar parte de las decenas de fuentes que tiene, en solidaridad con la falta de agua en Roma que en los próximos días puede derivar en un racionamiento del servicio para más de 1.500.000 habitantes de la capital italiana. La crisis ha detonado una emergencia que desata una crisis política de proporciones.

Las dos grandes fuentes emblemas de la Plaza San Pedro, frente a la Basílica papal, fueron las primeras en ser interrumpidas desde la mañana de hoy, en medio de la fuerte sequía que afecta a toda Italia y que derivó en una «emergencia» en Roma, según el presidente de la región Lazio, Nicola Zingaretti.

Según constató Télam, las dos fuentes construidas en el siglo XVII Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini totalmente secas fueron la gran atracción de este martes para los primeros turistas que hacían fila para el ingreso a la Basílica, en medio de temperaturas que superarán los 37 grados en los próximos días, en la antesala del período estivo de vacaciones conocido como «Ferragosto».

Según aseguró a la prensa desde la Plaza el vocero papal Greg Burke, es la primera vez en la historia de la Santa Sede que se interrumpe el servicio de agua de sus fuentes.

Por la sequía que afecta a Italia desde hace meses, al menos diez regiones de todo el país pedirán al Consejo de Ministros que declare el estado de «calamidad», mientras en los próximos días se conocerá el plan de racionamiento que coordinarán el gobierno capitalino y la empresa proveedora Acea y que según el primer borrador divulgado por la prensa puede incluir cortes diarios en turnos de ocho horas.

La falta de agua se agrava por el estado calamitoso de muchos acueductos, algunos de los cuales se remontan a la época del Imperio. En Roma se pierde por los tubos de transporte en mal estado el 46% del agua potable, contra el 15% en Milán.

El sistema agropecuario ha sufrido daños en los últimos tres meses calculados en dos mil millones de euros y se espera que las lluvias y tormentas que están llegando desde el centro norte europeo alivien la situación.