Por Jennifer Hartkopf

Rosa María Payá es, cubana, licenciada en Física, presidenta de la «Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia» y  promotora de la iniciativa «Cuba Decide«, entre otras. De visita en Buenos Aires, Rosa María, hija del fallecido activista opositor cubano Oswaldo Payá Sardiñas, mantuvo una conversación  exclusiva con Conclusión donde abordó temas como derechos, economía, religión y más sobre actualidad cubana fueron los ejes de la charla.

Amable y con esa bonhomía y dulzura que caracteriza a los cubanos y en general a los caribeños, Rosa María Payá comenzó describiendo la Cuba que vive.

«Los cubanos no tienen la libertad de prosperar por sí mismos, de autogestionarse. El único interlocutor económico, político o social en Cuba es el régimen cubano, con lo cual hay algunos privilegiados en la sociedad que se benefician, pero la gran masa ciudadana del pueblo cubano continúa en la pobreza, y hay algunos hundidos cada vez más en la miseria y esto tiene que ver con una mala acción administrativa por parte del Régimen que lleva 57 años en el poder», expresó.

– ¿Entonces, desde su perspectiva, la situación actual que viven en cuanto a los derechos puede considerarse muy limitada?

– Los cubanos tienen garantizados derechos elementales como el de libertad de expresión, como el acceso a la información. Pero en el caso de Internet, por ejemplo, los cubanos no pueden pagar los altos precios del servicio: en Cuba, el acceso a Internet, el servicio que se presta a los cubanos, está en algunos parques donde hay puntos Wifi a los cuales pueden ir a conectarse, pero una hora de servicio cuesta más de 2 dólares, y estamos hablando de un país donde el salario medio es de alrededor de 25, 30 dólares, o sea que una semana de Internet cuesta lo mismo que una semana de trabajo. Ni hablar de que los cubanos no eligen a sus representantes desde hace 60 años.

– ¿No ha beneficiado a esta situación la reanudación de las relaciones con Estados Unidos? ¿No ha traído buenos resultados?

-Los resultados son en función de los objetivos y lo que cambió fue la política exterior de los Estados Unidos con respecto a Cuba pero el diferendo real, que es entre un poder totalitario y la ciudadanía cubana, no ha cambiado en absoluto en los últimos 57 años. Aunque se dan cambios en la estructura, a nivel de reformas legales, los cambios no están encaminados en la dirección de garantizar los derechos a los cubanos.

-¿Cómo podría ejemplificarlo?

-El hecho de que Mick Jagger -cantante de los Rolling Stones- pague a La Habana no significa que los cubanos puedan entrar y salir libremente del país; no significa que ahora puedan vivir en libertad, simplemente significa que un régimen totalitario aprendió a usar los símbolos del mundo libre como puede ser los Rolling Stones, o el presidente de los Estados Unidos para vender una imagen de cambio sin reconocer los derechos de sus propios ciudadanos.

Consultada sobre la realidad económica que transita el país caribeño, Rosa María Payá recordó la advertencia de Raúl Castro, actual general en el poder, días atrás: «Que la situación económica podía empeorar».

«La realidad económica de los cubanos es muy precaria a pesar de que esté entrando nuevo capital, de que sea más fácil ahora para el gobierno cubano tener relaciones económicas con empresarios norteamericanos. Esta realidad no llega a los cubanos porque simplemente no tienen derecho de tener empresas privadas», explicó a Conclusión.

Sobre la religión, se mostró muy contenta con la reciente visita del papa Francisco a la isla y señaló que «para los que somos católicos se siente una gracia contar con su presencia». No obstante, reconoció que desde su punto de vista personal  «hubiera preferido una palabra más encarnada en la realidad cubana, que le hablara más a los cubanos de sus problemas y las soluciones, sin meterse en crítica porque no es el papel del Vaticano ni de la Iglesia, pero en el caso cubano la vocación por los pobres y los oprimidos está muy clara y en Cuba hay 11 millones de oprimidos, 11 millones de personas sin derechos».

Cuando se le preguntó respecto de los presos políticos del país, dijo que «hay decenas, incluso el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que Cuba es el país de América con mayor cantidad de presos políticos«.

Añadio: «También hay al menos 80 presos políticos condenados y alrededor de 6.000 detenciones arbitrarias. Miembros de la sociedad civil que son secuestrados, puestos en prisión, interrogados, maltratados y golpeados por unas horas o por unos días y luego liberados para volver a ser detenidos en el próximo evento, así no cuentan en las listas de amnistía internacional».

Finalmente, fue consultada sobre la muerte de su padre y dijo que «en lo personal reniego que lo llamen accidente, porque probadamente ha sido un atentado y probadamente fue perpetrado por agentes de la seguridad del Estado cubano. Tengo todos los elementos de cómo murió mi padre, de que el evento fue provocado, y que fue un atentado. El término accidente es inventado para confundir a la comunidad internacional«, manifestó contundente.

«La presencia de mi padre es una motivación constante que me ayuda a querer terminar con la impunidad del gobierno cubano porque lo que le pasó a mi papá le puede volver a pasar a cualquier cubano en cualquier momento, precisamente porque las acciones criminales del Régimen no tienen consecuencias», añadió y seguidamente advirtió: «En un momento donde todavía vivimos en dictadura, donde no hay democracia ni Justicia, la detención de la impunidad está en alto porcentaje en manos de la comunidad internacional, que debería alzar su voz para proteger a los cubanos del Régimen».

Actualmente, Rosa María Payá trabaja en la campaña «Cuba Decide» que pretende la realización de un plebiscito en Cuba, mediante la participación de la sociedad civil cubana: «Es una campaña ciudadana y no político partidista, es una campaña por el derecho a decidir de los cubanos. También está implicada la ‘Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia’, presente en 23 países, donde defendemos la democracia en toda la región».