Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Los trabajadores despedidos de PepsiCo realizaron este jueves en el Bauen un plenario con decenas de organizaciones sindicales que apoyan la lucha de los obreros de la multinacional de la alimentación.

En diálogo con Conclusión, el delegado Camilo Mones, dijo que resolvieron «formar una columna independiente dentro de la movilización del 22 de Agosto convocada por la CGT. La columna saldrá desde la Carpa de PepsiCo a las 13 para dirigirse a Plaza de Mayo.

Según Mones, las consignas son «bien claras y expresan el pensamiento de los compañeros».

-Basta de despidos, reincorporación de los trabajadores de PepsiCo y de todos los despedidos.

-Basta de ajuste, rebaja salarial y tarifazos impuestos por el gobierno nacional y los gobernadores.

-Por la aparición con vida de Santiago Maldonado

-No a las persecuciones a los delegados y luchadores.

-Por un paro Nacional, ninguna tregua.

El trabajador recordó a este medio que «la movilización de la CGT fue convocada el día de la represión y desalojo sufrido por nosotros por parte de la policía bonaerense».

Seguidamente, Mones señaló que en los puntos de la convocatoria de la central de Azopardo «no dice una palabra sobre nuestra lucha que sigue firme y seguirá hasta el final. Reclamamos por eso que se nos permita hablar y que en la convocatoria se planteó, el apoyo a nuestra lucha, para lograr la reinstalacion de todos».

En el mismo sentido, el delegado despedido de PepsiCo, manifestó a este medio que «sería un hecho de gran importancia para todos los trabajadores porque mostraría que es posible derrotar a las empresas cuando se da una lucha fuerte».

Consultado por Conclusión acerca de cual debe ser la metodología que se debe encarar para que la resistencia no caiga en saco roto, Mones apuntó a este medio que «exigimos un paro nacional, y es una necesidad imperiosa ya que luego del paro de la CGT del 6 de Abril, la dirección de la CGT no llamó a ninguna medida de fuerza».

Finalmente, Camilo Mones, describió que desde la central de Azopardo «se estableció una tregua durante meses y permitió que el gobierno y las patronales siguieran avanzando, por ejemplo sobre los propios obreros y obreras de PepsiCo y sobre miles más que fueron despedidos. Por eso exigimos que esta vez la marcha sea el inicio de un plan de lucha y no volver a la tregua que es la que realmente provoca cierra de fábricas y despidos», concluyó.