Varios sectores productivos clave registraron caídas importantes, como la construcción, que bajó casi un 20 por ciento.
El pasado 18 de marzo, la siderúrgica había anunciado que paraba la producción en Villa Constitución por una abrupta caída en las ventas. En Rosario se siguió trabajando, pero a partir de este lunes –y por quince días– la planta apagó sus motores y a los trabajadores se les dieron las vacaciones adeudadas.
Diez sectores de la actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan construcción, industria manufacturera y comercio mayorista y minorista.
Industriales pymes denunciaron que la apertura de importaciones para alimentos coloca a su actividad en una competencia “injusta y desleal”. Además, denunciaron que la medida solo beneficia a los grandes monopolios.
Si bien en diciembre hubo un aumento del 0,6% de la cantidad de empleados del sector fabril, la Federación Industrial de la provincia de Santa Fe (Fisfe) alertó que entre enero y febrero algunas plantas comenzaron a efectuar recortes en su personal.
El vicepresidente de CAME, Camilo Alberto Kahale, alertó que además de la abrupta caída en el consumo, la situación empeorará en marzo, cuando muchas empresas deban renovar sus contratos de alquiler y empiecen a recibir tarifas eléctricas con subas del 400%.
La cantidad de fracturas superó las 14 mil en 2023, lo que significó un incremento de 17,6% respecto al año anterior. Y para 2024, pronostican que se podría superar las 18 mil etapas.
Hace una semana que el volcán, ubicado a 138 kilómetros de Villa la Angostura, expulsa humo, pero desde este domingo se detectó un incremento en su actividad, por lo que el alerta se elevó de amarilla a naranja.
No obstante, en la medición desestacionalizada se registró un ligero avance del 0,6% respecto a octubre. A pesar de la caída interanual general, en el undécimo mes del año hubo sectores que se destacaron: por caso, la industria automotriz -luego del impasse registrado en octubre- tuvo una mejora.
El economista Esteban Guida indicó que para los cuentapropistas, comerciantes y empresarios una caída en la actividad económica y una alta inflación implicaría “menos ventas y por lo tanto menores ingresos, en un contexto donde los precios aumentan notablemente”. Para los asalariados, en tanto, la situación dependerá de los ajustes que se hagan en las negociaciones paritarias.
En el debate de candidatos a presidente Javier Milei dijo que la brecha salarial de género no existe, pero hay datos del Ministerio de Economía que no solo demuestran que las mujeres tienen menor acceso al mercado de trabajo y ganan menos, sino que además dan cuenta de que son más permeables a sufrir el desempleo y la informalidad.
A pesar de que las tasas de empleo y de actividad económica mostraron mejoras en el primer semestre del año, la pobreza y la indigencia aumentaron. El CEPA analizó las causas que llevaron a esta situación y, al fuerte aumento de productos básicos como alimentos, le sumaron el atraso de los salarios, jubilaciones, asignaciones y planes sociales.