Al menos 37 personas, la mayoría de ellas estudiantes, murieron este miércoles en un ataque suicida en un centro educativo de un barrio chiita del oeste de Kabul, informaron las autoridades, en el último atentado que golpea a la capital de Afganistán. Una docena de ambulancias se trasladaron al colegio Mawoud, donde estudiantes y familiares […]
La falta de precipitaciones, nieve y lluvia, que descendieron un 70% en los últimos meses en comparación con medias anuales, devastó los cultivos de invierno amenazando aún más el ya precario modo de vida local y la subsistencia de millones de agricultores.
Un kamikaze se hizo estallar este domingo a la hora de la salida de las oficinas frente al ministerio de Desarrollo Rural en Kabul, capital de Afganistán, matando o hiriendo al menos a diez personas, indicó la policía.
El balance de los enfrentamientos es incierto pero dos fuentes militares afganas anunciaron que había unos 40 muertos en las filas del ejército y la policía.
También creció el nivel de fabricación de opio, que aumentó un 65% con respecto al año anterior.
Se trata del primer alto el fuego formal a escala nacional desde la invasión estadounidense en 2001 y la alegría que suscitó despertó la esperanza de que la paz se instale en el país.
Es el primero desde la invasión estadounidense del 2001. La decisión fue motivada por el "mes sagrado" islámico de Ramadán y da un respiro a un país desvastado por la guerra.
Según fuentes gubernamentales, entre los fallecidos está el atacante, seis civiles y un policía, mientras que hay nueve heridos, dos de ellos miembros de las fuerzas de seguridad.
Fueron tres explosiones consecutivas en una zona que es bastión del Estado Islámico. Además de los fallecidos, al menos 45 personas resultaron heridas.
Se multiplican las muertes producto de una serie de atentados suicidas coordinados que asolan Kabul en estos últimos meses.
Al menos 12 personas murieron y 33 resultaron heridas este domingo en la explosión de una bomba en un centro de censo de electores.
El ataque, reivindicado por rama afgana del Estado Islámico (EI), golpeó la sede de los servicios de inteligencia en Afganistán. Entre los fallecidos se cuentan seis periodistas que se encontraban en el lugar, según reportaron fuentes oficiales.