Según la denuncia del jefe de la delegación rusa durante una sesión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, tales productos químicos tóxicos, entre los que se encuentran las sustancias que se emplean para frenar los disturbios, son proporcionados a las Fuerzas Armadas de Ucrania, así como a los mercenarios extranjeros que luchan en el territorio del país eslavo en apoyo al régimen de Kiev.
"El 31 de julio varios militares rusos que cumplían una misión en la localidad de Vasilevka, en Zaporiyia, fueron internados en el hospital con síntomas de un fuerte envenenamiento. Según los análisis realizados, en el organismo de los soldados se halló la toxina botulínica del tipo B", indicó el Ministerio de Defensa en Moscú.
Las dos naciones desempeñarán las acciones de simulacro de la Misión de Paz 2021 en la región de Orenburg, fronteriza con Kazajistán, del 20 al 24 de septiembre como miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái.
Su equipo declaró que fueron detectados restos de una sustancia tipo Novichok en una "botella de agua de plástico normal", recuperada en la habitación del hotel donde Navalny se hospedó en Tomsk. Según sus colaboradores, estos restos fueron identificados "dos semanas después" por un laboratorio alemán.
Rusia avanzó con maniobras de su fuerza naval sobre el mar Mediterráneo porque sostiene la hipótesis de que existe un plan con las características de los que se realizan bajo la denominación de “bandera falsa”.
El primer ministro de la República italiana, Paolo Gentiloni, enfatizó que Roma no ha permitido que se ataque a Siria desde su territorio, así lo declaró tras los bombardeos que Estados Unidos, el Reino Unido y Francia realizaron contra el país árabe.
La primera ministra británica comparecerá este lunes ante los diputados para explicarles su posición. Mientras que el presidente francés se enfrentará a la Asamblea Nacional francesa que debatirá la operación militar a primera hora de la tarde.
El presidente norteamericano dijo que el ataque fue lanzado “con precisión a blancos asociados con la capacidad de armas químicas del dictador Bashar al Asad. El francés Emmanuel Macron y la británica Theresa May, también justificaron la acción.
Desde el gobierno ruso decidieron colaborar con Inglaterra para investigar lo sucedido con el agente y su hija.
A mediados de septiembre se dio inicio a la operación de destrucción de proyectiles de gas mostaza, fosgeno y otros agentes nerviosos, que yacían en Isla San José, cuando se entregó el Canal interoceánico hace casi veinte años atrás.
El Consejo de Seguridad discutió sin éxito la cuestión el pasado jueves, justo antes de que Estados Unidos lanzase decenas de misiles contra una base aérea siria en respuesta al uso de armas químicas en Khan Shaykhun, del que la Casa Blanca y sus aliados responsabilizan al gobierno sirio.
Los servicios de seguridad del Reino Unido ya se preparan para responder a un ataque de este tipo que causaría un gran número de víctimas, lo ha confirmado el ministro, Ben Wallace.