Los ataques tuvieron lugar a primera hora de la mañana, cuando los cohetes cayeron sobre la base aérea de Ayn al-Asad, cerca del pueblo de al-Baghdadi, a unos 190 kilómetros al noroeste de la capital Bagdad.
La organización Observatorio de Derechos Humanos (HRW, según sus siglas en inglés) elaboró un informe en el que exigen que el Reino Unido y Estados Unidos deben ofrecer una reparación completa a la población local y permitirle volver a vivir en su archipiélago después de haber sido echados hace 40 años.
El primer ministro británico aseguró que sostenerla servirá para “disuadir y defender contra amenazas estatales y no estatales”. Argentina advirtió que tiene por objetivo “apropiarse de las riquezas que allí existen y controlar tanto el acceso a la Antártida como del pasaje bioceánico entre el Atlántico y el Pacífico".
El gobierno argentino ofreció a Gran Bretaña colaborar con alimentos frescos, insumos médicos o test para detectar el virus pero la ayuda fue desestimada por las autoridades de las islas.
En una conferencia de prensa, el fiscal general y secretario de Justicia, William Barr, añadió que el atacante, Mohamed Al Shamrani, publicó mensajes contra su país e Israel en sus redes sociales hasta dos horas antes de consumar la agresión.
El grupo yihadista somalí Al Shabab se atribuyó el ataque en un comunicado en el que identificaba la base como "una de las muchas plataformas de lanzamiento de la cruzada americana contra el islam en la región".
Así lo revelaron "altas fuentes militares" citadas por el periódico Folha de Sao Paulo, que agregaron que el mandatario desistió de autorizar la presencia de tropas estadounidenses luego de que el tema causó cierto malestar entre algunos generales.
El flamante presidente brasileño dijo que su “aproximación” con el gigante del norte “es económica pero puede ser bélica también".
El presidente de Bolivia así se refirió ante la decisión de Mauricio Macri de instalarla en la ciudad argentina de La Quiaca, frente a la de Villazón. El embajador argentino en La Paz negó que haya sido promovida por Estados Unidos.
En el norte del país una improvisada base militar alertó a quienes pudieron percatarse de la misma. El fantasma del Plan Conintes cobra fuerza y despierta temor en gran parte de los habitantes de este país.