El valor nominal de esos títulos de deuda era de u$s 34 millones, pero aumentó a más de 95 millones de dólares ya que incluye el capital y los intereses acumulados por una causa iniciada en el 2016.
Los reclamos judiciales fueron iniciados por bonistas italianos entre 2004 y 2006, y exigían el pago de títulos. La jueza Loretta Preska hizo lugar al planteo del país contra la documentación presentada por los demandantes.
El presidente celebró el acuerdo alcanzado con los acreedores más duros de la Argentina para reestructurar la deuda, destacó que "ahora está despejado el horizonte" y le pidió a los empresarios que "se comprometan a poner al país de pie".
Los acreedores destacaron que la propuesta representa "importantes concesiones económicas" y que "proporcionará el alivio a corto plazo que Argentina necesita con urgencia".
La negociación de la deuda Argentina se endureció, y los bonistas más fuertes no están dispuestos a perder la pulseada. Saben que habrá una larga cola de países que tomarán como referencia el primer acuerdo con el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El Gobierno anunció que se extendió hasta el 12 de junio las negociaciones con los acreedores de la deuda.
En los últimos días crecieron las expectativas respecto de la posibilidad de acercar posiciones, lo cual se reflejó en los movimientos al alza de los bonos y en una baja del dólar blue.
El gobierno provincial a cargo de Omar Perotti firmó un decreto para la entrega de bonos en una cifra de 4.500 millones de pesos.
En tanto, el dólar informal o “blue” marcó una suba de seis pesos y cerró la jornada en 133 pesos por unidad, marcando un nuevo récord.
Por entonces, el indicador que elabora la banca estadounidense JP Morgan se ubicaba en los 4.040 puntos básicos.
El Gobierno propuso una quita tanto en capital como en intereses y comenzar a pagar en 2023.
Cuando a los mercados una idea se les mete en la cabeza es muy difícil borrarla por más argumentos racionales que se esgriman.