El sumo pontífice repasó su tiempo en el trono de Pedro y expuso: "No pensaba ser el Papa de la tercera guerra mundial, pensé que lo de Siria en 2014 era algo singular. Pero luego estuvo Yemen, vi la tragedia de los rohingya en Myanmar y vi que había una guerra mundial. Y atrás está la industria de las armas. Esto es diabólico".
Pocos días después de que los tribunales aumentaran a 33 años la pena de cárcel para la líder depuesta y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, el Gobierno de facto integra un escenario de combates entre las tropas propias y opositores.
Miles de personas fueron encarceladas en la sangrienta represión de la disidencia que siguió al golpe del 1º de febrero de 2021, que puso fin a una década de transición democrática en el país.
La persecución selectiva limita gravemente la capacidad de funcionamiento; se necesita un apoyo más flexible de la comunidad internacional para evitar el colapso del espacio cívico y la organización de los trabajadores.
El sumo pontífice renovó “la invitación a implorarle al Señor la paz por el amado pueblo ucraniano que hace seis meses hoy sufre el horror de la guerra”.
Sergéi Lavrov también agregó que no ve otra razón “detrás de provocar este incendio de la nada cuando ellos entiende muy bien lo que esto significa para China”. Participará este viernes de una reunión de cancilleres de Asia donde estará el secretario de Estado Antony Blinken.
Estos animales, muy poco comunes, son considerados como un símbolo de buena suerte en algunas culturas budistas del sudeste asiático.
Un ex diputado del partido de la presidenta destituida, Aung San Suu Kyi y conocido activista pro democracia, está entre los cuatro muertos. Human Rights Watch calificó las ejecuciones como "un acto de absoluta crueldad".
El sumo pontífice expuso que lo que el mundo ve es “la brutalidad y la ferocidad con la que se está librando esta guerra por parte de las tropas, generalmente mercenarias, utilizadas por los rusos”. Consideró que está ligado al comercio mundial de armas.
Son cuatro personas entre las que se encuentra un antiguo diputado y miembro de la Liga Nacional para la Democracia de la destituida Aung San Suu Kyi y un activista pro democracia. Se los acusa de llevar adelante actividades terroristas.
La Premio Nobel de la Paz de 76 años ya fue condenada a seis años de prisión por incitación contra los militares, violar las reglas anticovid y una ley de telecomunicaciones, aunque permanecerá bajo arresto domiciliario mientras enfrenta otros cargos.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, expresó que es la octava vez desde el holocausto que su país reconoce oficialmente la existencia de genocidio. Ya impuso una serie de sanciones a los dirigentes de la ex Birmania.