Al mismo tiempo, fuentes vaticanas informaron que el Papa podría anunciar esta misma semana un esperado viaje a Canadá para fines de julio, con el que buscaría ir a pedir perdón personalmente a víctimas y comunidades.
"En estos días siguen entrando en nuestras casas noticias e imágenes de muerte, mientras las bombas destruyen las casas de tantos de nuestros hermanos y hermanas ucranianos indefensos", planteó el pontífice durante la celebración en la Basílica de San Pedro.
"Los clubes tienen que estar en primer lugar y no poner playones o polideportivos, que acá en Rosario terminaron ayudando al narcotráfico", afirmó Víctor Lupo, autor de "El deporte en la cultura del encuentro", un libro que el propio Francisco pidió que se incluya en la biblioteca vaticana.
La nueva Constitución, que entrará en vigor el 5 de junio, reforma partes de la Curia Romana -tal como se conoce al gobierno del Vaticano- y sustituirá a la "Pastor Bonus" promulgada en 1988 por Juan Pablo, que está compuesta por 193 artículos, 2 anexos y posteriores modificaciones introducidas por Benedicto XVI y Francisco.
Los titulares de las iglesias católica y ortodoxa rusa “subrayaron la importancia crucial del proceso de negociaciones en curso, manifestando su esperanza de que se llegue rápidamente a una paz justa”.
Además, la nueva norma prevé que la licencia paga "se aplica también al padre adoptivo o en custodia".
El viernes fue el propio pontífice quien fue a la embajada rusa en un gesto sin precedentes para expresar su preocupación por el conflicto y pedir "que cese la lucha y se retome la negociación".
El pontífice había renovado su llamado a frenar los enfrentamientos en Ucrania, en un nuevo mensaje en la red Twitter en el que lamentó "la locura de la guerra" e instó al mundo a rezar a favor de la paz.
El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, recordó las palabras de Francisco en la Audiencia General de este miércoles y consideró: "Nosotros los creyentes no perdemos la esperanza de un atisbo de conciencia de todos los que tienen en mano los destinos del mundo”.
En su tradicional encuentro semanal con fieles, el sumo pontífice dijo que quiere apelar “a los que tiene responsabilidades políticas para que hagan un serio examen de conciencia frente a Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra”.
Los archivos desclasificados del Vaticano exhiben el “consenso y aprobación” de aquel sumo pontífice al plan de la Santa Sede a pesar de que la iniciativa “no podía tener la aprobación” pontificia.
Con el lema "Mediterráneo, frontera de paz", representantes políticos y religiosos de toda Europa, Turquía e Israel, entre otros países, participarán desde este miércoles en el encuentro que busca ser la continuación de una iniciativa similar hecha en la también italiana Bari en 2020.