Dos empresas contratistas que prestaban servicios en Vaca Muerta emitieron cerca de 600 telegramas de despidos que, entre este miércoles y jueves llegarán a los trabajadores que se desempeñan en el yacimiento.

Fue el senador nacional y titular del gremio de los petroleros, Guillermo Pereyra, quien confirmó los despidos y, si bien expresó desconocer cuántos trabajadores serán desafectados debido a la falta de comunicación por parte de las empresas, estimó que el número de despedidos rondarían los 400.

Las empresas que emitieron los telegramas desde sus oficinas de Buenos Aires son las contratistas Schlumberger y San Antonio, que ya habían tomado medidas de ajuste y ahora decidieron despedir a sus trabajadores que estaban bajo el modelo «stand by».

Ante esto, el Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa inició este miércoles un paro de actividades «por el anuncio de al menos 600 despidos, que se suman a 1.500 suspensiones», pero el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación dictó de inmediato la conciliación obligatoria.

«Bajo argumentos ridículos y espúreos, más vinculados a la política nacional y sus medidas erráticas que al desempeño del trabajador, las cámaras empresarias del sector hidrocarburífero pretenden que los más débiles paguen lo que deberían resolver en otro ámbito», sostuvo en un comunicado el gremio  al fundamentar la medida que se iba a extender hasta mañana a las 12.

Y agregó: «Los trabajadores siempre buscaron garantizar la paz social. Así lo hicieron desde la firma de la adenda al Convenio Colectivo de Trabajo en 2017, siempre se priorizaron las fuentes de trabajo y la producción».

Por eso, el gremio se quejó de que «es inconcebible que ahora, cuando más deberían respetarse los pactos, los acuerdos y la palabra empeñada, pretendan olvidarse de esos compromisos asumidos».

En ese marco, los Petroleros pidieron que «se convoque de manera urgente a la Mesa de Vaca Muerta (comisión Especial de Interpretación y Resolución de Conflictos), prevista en el artículo 33 del Convenio Colectivo de Trabajo», y también «al gobernador de Neuquén», Omar Gutiérrez, «para poner en marcha el mecanismo de resolución de conflictos previsto por ley».

No obstante, Trabajo dictó la conciliación obligatoria, por lo cual el sindicato aguardaba la notificación oficial para levantar la huelga y retomar las negociaciones por los despidos.

«La culpa de esta situación es el Decreto que firmó Macri pero como esta administración está terminando no va a tomar ninguna decisión de fondo que resuelva lo que generó», dijo Pereyra.

Y agregó: «El pedido de conciliación permitiría frenar todo hasta después de Navidad y ahí ya habrá autoridades nuevas porque ahora no sabemos contra quién tenemos que dar la pelea».