Enviado especial a Buenos Aires – El dirigente de la UOM, Antonio Caló, se refirió a las posibilidades de marchar hacia el paro general por la crisis social, durante el plenario de secretarios generales de la CGT que se está realizando este miércoles en la sede de la Fraternidad.
Al ser consultado por Conclusión sobre su voluntad de adoptar la medida de fuerza en cuestión, el sindicalista respondió que «eso se tendrá que decidir en el plenario, pero la posibilidad está, ya que la gente lo está pidiendo desde abajo. Y yo pienso lo que piensa mi gente, que hay que ir al paro nacional».
«Voy a realizar el planteo sobre el mal momento que atraviesa la UOM , ya que se perdieron 35.000 puestos de trabajo en dos años y este último año hubo 5.000 más, aparte de 10.000 trabajadores suspendidos. Las empresas no pagan salarios ni hacen los aportes», resaltó.
Caló explicó que «las empresas tienen una deuda con la obra social de la UOM de 800 millones de pesos. Ya me cuesta un montón poder dar la obra social que necesitan los trabajadores. Esta es la situación general de la UOM y lo que voy a plantear en la reunión».
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A la pregunta de qué es lo que demora a la CGT tomar esta medida, Caló respondió que será en «el tiempo necesario, es algo que vamos a debatir acá adentro». De esta manera, tomó con mayor cautela las declaraciones que antes había realizado sobre el paro general.
En cuanto a la escapada del dólar, el gremialista sostuvo que «no soy financista pero es una barbaridad. Lo único que puedo opinar es que hace dos meses los trabajadores estaban ganando un sueldo de mil dólares y ahora pasó a ser de quinientos».
¿Puede afectar a la producción y puestos de trabajo? «Sí, porque la UOM fabrica bienes pero la gente no tiene para comer. La gente va a la panadería y en vez de pedir el pan por kilos, pide diez o veinte pesos. Esa es la realidad de lo que estan viviendo los trabajadores», dijo Caló.
Por último, el titular de la UOM dio su opinión sobre una posible fractura en la CGT: «Espero que no, estas siglas son muy importantes y tenemos que protegerlas, más allá de las diferencias que podamos tener los dirigentes gremiales», concluyó.
