Según sus propios trabajadores, Sancor está en caída libre y los empresarios, más que buscar soluciones, estarían buscando qué llevarse. Delegados de las plantas de todo el país emitieron un comunicado en el que afirman que la empresa «viene tercerizando unidades de negocio, desguazando su actividad productiva y produciendo de esta manera un vaciamiento de la empresa».

El personal lo describe como una «despreciable estrategia» que «no cierra sin despidos masivos y sin violentar todos nuestros derechos laborales». Asimismo, denuncian que, aún estando bajo conciliación obligatoria, les descuentan haberes y que “evaden al fisco».

Frente a una situación que adjetivan como «dramática y terminal», los delegados avisoran que los directivos de la empresa ya planean una fuga y mientras tanto «llevarse lo último que nos quede».

Aseguran también que las unidades industriales ya «están devastadas», debido a que «se están llevando todo y las instalaciones se encuentran en un estado de abandono total».

Esto llevó a que cuestionaran la inocuidad de los productos: «No queremos convertirnos en cómplices de la mafia responsable».

Los 1400 trabajadores perjudicados dieron el ciclo empresario por terminado pero adelantaron que no se van a quedar en la calle y que van a buscar y encontrar «la forma legal para continuar con nuestra querida fuente de trabajo».