Mientras se crispan los ánimos por las diferencias entre empresarios y sindicatos por las negociaciones paritarias, el titular de la UIA, Héctor Méndez, y el secretario general de la UOM, Antonio Caló, hicieron públicas sus diferencias por distintos medios. Los posicionamientos de ambas partes ratificaron la disidencia que se produjo durante la negociación a puerta cerrada, para Caló «el salario está muy bajo», en tanto que para los industriales «no tienen atraso».

Para el metalúrgico Caló, no es posible aceptar un «techo» en las paritarias, y adelantó que de no llegar a un acuerdo los trabajadores harán el paro de 36 horas anunciado el 15 de abril en la asamblea de Mar del Plata.

Por su lado, el empresario Méndez, precisó que el problema de la Argentina es la falta de competitividad y dijo que Brasil y México lograron vender más de 2 millones de autos «porque los sueldos son mucho más bajos».

Mendez, que es el jefe de la mayor central fabril del país, dijo «Tenemos la convicción, porque tenemos los números, de que hemos dado todo lo que teníamos que dar en el sector industrial, todo. Y no con los datos del INDEC, sino con lo que hemos pagado. Eso significa que no hay deudas. Nuestros salarios siempre han ido por delante. El sector industrial no tiene atrasos», señaló en declaraciones radiales.

En el mismo sentido, abundó: «No sabemos qué va a pasar con la inflación. Siempre ha habido acuerdos posteriores, pero si uno lo hace a priori, lo que genera es más inflación, y es algo que nos preocupa y que además es lo que más daño le hace a los trabajadores», afirmó.

El titular de la UIA explicó que existe un vinculo entre el reconocimiento de las demandas paritarias, con la falta de inversiones y competitividad de la Argentina.

«Las inversiones no vienen a la Argentina, no somos competitivos. No sólo por los trabajadores, pero todos tenemos una cuota. Los salarios de Brasil y los de México son mucho más bajo que los nuestros» sostuvo Méndez.

Aunque señalo que no significa «que los trabajadores tienen que ganar menos», y dijo que la negociación con la  UOM «tiene que tener un final feliz porque no hay otra salida».

Sobre las declaraciones del dirigente fabril, Caló advirtió que la UOM «es un gremio importante, pero lamentablemente tenemos un salario muy bajo. Venimos del 2001, recompusimos la industria, primero cuidamos que haya puestos de trabajo, pero ahora nos quedamos muy bajo. Un trabajador que empieza a trabajar cobra 5 mil pesos, y con lo que pedimos de aumento, se va a quedar con 6.400 pesos», señaló.

«Techo no tengo, a lo mejor me interpretaron mal, dije que me enteré por los diarios. A mí nadie me pone techo, el techo me lo ponen los trabajadores», aseveró antes de reunirse con la cúpula del Partido Justicialista en Parque Norte, marcando una notoria distancia con el oficialismo

El líder metalúrgico y titular de la CGT cercana al kirchnerismo aseguró, en medio de la discusión salarial, que «está pendiente una movilización de 36 horas para cuando termine la conciliación obligatoria» de su gremio.