Una nueva reunión se llevó a cabo este jueves para intentar dar solución a la situación en Vicentín, donde la empresa lleva casi dos meses en default y las plantas de San Lorenzo y Ricardone se encuentran sin actividad.

En el transcurso de la jornada, unos 200 trabajadores, junto a delegados y gremialistas, se concentraron en las puertas de la empresa, mientras el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo se reunió con los directivos de la compañía.

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El secretario general del gremio sanlorencino, Pablo Reguera, manifestó al salir de la reunión que la empresa pidió extender las guardias pasivas hasta el 3 de febrero, comprometiéndose al pago de los salarios, según consignó el portal SL24.

El argumento esgrimido por los directivos de Vicentín es que la empresa sigue en la misma situación caótica de las últimas semanas.

En ese sentido, Reguera manifestó que no hubo avances sobre aumento de sueldos o el pago del bono de fin de año, ya que la principal prioridad es recuperar los puestos de trabajo para recién ahí comenzar la negociación paritaria.

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La firma agroindustrial Vicentín, a casi dos meses de declararse en default con deudas por más de u$s1.000 millones y la paralización total de sus plantas de procesamiento de soja, figura en los registros del Banco Central con cheques rechazados por $20 millones, porque a pesar de la declaración de su “estrés financiero” a la fecha aún no aparecía comprometida en los informes oficiales. A los productores agropecuarios y acopios, actualmente, se les debe una suma cercana a los u$350 millones y a los bancos otros $23.500 millones.