Marcando el peor registro desde el 2002, cuando estalló la convertibilidad, la utilización de la capacidad instalada de la industria se ubicó en 64,5 por ciento en el promedio de 2016.

En diciembre pasado, se anotó la cifra más baja desde agosto, al ubicarse en 63,6 por ciento, según el informe oficial del Indec. A pesar de que el Gobierno insiste en sostener que hace alrededor de dos meses empezó la reactivación, las fábricas siguen trabajando a media máquina por dos razones contundentes: la caída de ventas y la competencia de las importaciones.

En octubre de 2015, último dato publicado para ese año tras el apagón estadístico del Indec, la industria marcaba 71,4 por ciento de utilización de la capacidad instalada. Los textiles, minerales no metálicos, metalmecánica y productos de caucho y plástico fueron los sectores que resultaron más afectados por la recesión.

La indumentaria por el piso

El rubro de la indumentaria es un reflejo preciso de las fuertes tensiones en materia de producción que registró la economía en los últimos meses. Los establecimientos textiles terminaron el año pasado con una capacidad instalada de 48,9 por ciento, cuando en octubre de 2015 se ubicaba en 75,6 por ciento.

El registro del 64,5 por ciento de capacidad instalada para el promedio 2016, es una cifra que no se veía desde hace 15 años en la industria, cuando en 2002 se anotó un 55,7 por ciento. Al año siguiente, en 2003, la utilización subió a 64,9 por ciento y en 2004, a 69,7 por ciento. En los años siguientes nunca volvió a bajar del 69 por ciento: en 2005 fue de 72,8, en 2006 de 73,7, en 2008 de 74,8, en 2009 de 72,8, en 2010 de 77,7, en 2011 de 78,8, en 2012 de 74,5, en 2013 de 72,7 y en 2014 de 69,5. Para 2015, el Indec no publicó el dato anual, puesto que nunca informó los resultados de noviembre y diciembre.