Siguen multiplicándose en todo el país los conflictos laborales, despidos y otras derivaciones crueles de la profunda recesión por la atraviesa la economía, probablemente en su etapa más cruda durante el verano.

Ahora le tocó a los empleados de la fábrica textil SportTech S.A de Villa Lynch, en el partido bonaerense de General San Martín, quienes se encuentran de paro y en asamblea permanente ya que la empresa decidió cerrar, adeudando sueldos, aguinaldo y bono de fin de año.

“Estamos en nuestros puestos de trabajo en resguardo de una posible estafa y vaciamiento del establecimiento” comunicaron los empleados.

El secretario general del Sindicato Unido de Costureros y Empleados del Vestido (Sucev) de la CTA-Autónoma, Fernando Castillo, precisó: “El martes tuvimos la primera jornada de lucha, guardias y asambleas las 24 horas”.

La fábrica textil producía para las multinacionales Adidas, Nike y Puma. Según el relato de miembros del personal, desde la gerencia rechazaron sistemáticamente pedidos de trabajo de las marcas para luego justificar que la crisis generalizada del país afecta a la producción.

“El argumento es que no se puede trabajar más y que la crisis no es ajena. Decayó el rubro a nivel general y el trabajo, pero al ser marcas de primera línea, tenemos pedidos y sistemáticamente los rechazan. Nosotros lo sabemos porque tenemos acceso a los informes de la fábrica”, agregó Castillo.

Ante este escenario, al menos 120 empleados de distintas áreas se encuentran en estado de alerta y a la espera. Es que la fábrica presentó un pedido de quiebra en diciembre en la Justicia pero su resolución se vería dilatada por la feria judicial, en tanto todavía no se emitió ningún decreto que lo constate.

Los trabajadores piden además que se les pague de forma retroactiva el aumento de abril, mayo y junio que se les adeuda, los sueldos del mes de diciembre, vacaciones del período 2018, el bono de fin de año y el aguinaldo completo.

“Por toda esta situación tuvimos una compañera que tuvo un paro cardiorespiratorio y otra que sufrió cáncer de mama y por el incumplimiento del pago de la obra social no está recibiendo los medicamentos oncológicos”, alertó el secretario gremial.

Desde el viernes 4 de enero la empresa otorgó imprevistamente las vacaciones al personal y se teme que la fábrica no vuelva a abrir sus puertas, sumado a un posible vaciamiento de maquinarias e insumos.

“Existe la posibilidad de que volvamos a la fábrica y haya un cartel de que vayamos al juzgado judicial”, concluyó Castillo.