La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que la pobreza de los 2.000 millones de trabajadores informales que hay en el mundo, aumentará un 52% en los países ricos y un 56% en los pobres, ya que implican muchos de los sectores más afectados por la pandemia.

En este sentido, sostuvieron mediante un documento que «la mayoría de los trabajadores informales no tienen otros medios de subsistencia, por ello enfrentan un dilema que prácticamente no puede ser resuelto: morir de hambre o por el virus».

El informe llamado «Covid-19 y la economía informal: respuestas inmediatas y desafíos políticos», señala que el mayor impacto negativo fue directo hacia los sectores de hostelería y restauración, la industria manufacturera y la venta al por mayor y menor, a los que suman más de 500 millones de agricultores que abastecen los mercados urbanos.

Asimismo, la OIT detalló que más del 75% del empleo informal a nivel mundial tiene lugar en empresas con menos de diez empleados, incluido el 45 por ciento de trabajadores independientes que no cuentan con otros empleados a cargo.

Por ende, «para los 67 millones de trabajadores domésticos del mundo, 75% de los cuales son informales, el desempleo representa una amenaza tan grande como el mismo virus», mientras que «para los 11 millones de migrantes la situación es aún peor».

Los países que más están sufriendo la crisis provocada por la pandemia son los que tienen economías informales más grandes, como el 89% de América Latina y los Estados Árabes, el 83% de África, el 73% de Asia y el 64% de Europa y Asia Central.

Frente a este escenario, se convocó a encontrar un equilibrio entre la salud y la economía, ya que los 2.000 millones de trabajadores informales -que son los que están en riesgo- representan un 60% de la población económicamente activa.