Luego de que el gobierno de Santa Fe anunciara que a partir del 1 de septiembre los empleados públicos deberán regresar a la presencialidad, desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) pidieron que se tomen las medidas necesarias para cuidar la salud de los estatales y garantizar “condiciones dignas y salubres” en los puestos laborales.

Si bien algunos ministerios provinciales volvieron a la presencialidad meses atrás, desde ATE expresaron su preocupación por la última circular que emitió la cartera de Educación -donde se anunció que docentes y asistentes escolares deberán regresar a las escuelas a partir de septiembre- ya que entendieron que muchos establecimientos educativos no cuentan con la infraestructura adecuada para garantizar los cuidados sanitarios.

En este sentido, el gremio subrayó que “debe ser prioritaria la protección de las personas de riesgo y la garantía de las condiciones dignas y salubres de trabajo y aprendizaje, con protocolos claros e infraestructura para cubrirlos”.

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Sin embargo, cabe señalar que quedarán exceptuados de volver a la presencialidad los docentes o asistentes escolares con inmunodeficiencias, oncológicos y trasplantados y aquellos trabajadores que tengan hijos menores a 13 años sin clases presenciales en la escuela a la que asisten.

En relación a los trabajadores que hayan decidido no vacunarse, el Ministerio de Educación determinó que deberán reintegrarse a sus lugares de trabajo “asumiendo la responsabilidad de cumplir los protocolos que evitan poner en riesgo al resto de la comunidad educativa”.

La secretaria general de ATE Rosario, Lorena Almirón, señaló a Conclusión que la vuelta a la presencialidad debe ser “progresiva, segura, con condiciones de trabajo dignas y salubres”. Sin embargo, consideró que este pedido está lejos de la realidad ya que “un tercio de las escuelas santafesinas tienen problemas de infraestructura como falta de agua, gas y electricidad”.

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Asimismo, manifestó preocupación por el futuro de los comedores escolares debido a que el espacio físico en donde funcionaban es actualmente utilizado como un aula para impartir clases.

“En las escuelas faltan salones y falta personal. El gobierno de la provincia no ha invertido para resolver los problemas de infraestructura, y sólo se crearon 80 cargos de porteros y mantenimiento, pero faltan alrededor de 400 para cubrir todas las necesidades”, denunció Almirón.

Lorena Almirón, secretaria general de ATE.

Consultada sobre el cumplimiento de protocolos dentro de los establecimientos educativos, la gremialista detalló: “Tenemos que tener en cuenta tres ejes básicos para que se cumplan los cuidados. Uno es el distanciamiento, que tiene que ser de un metro y medio y si vuelven todos a la presencialidad va a ser muy difícil sostenerlo; otro es la ventilación cruzada, que en muchas escuelas no hay; y el tercero es el uso de barbijos, pero no hemos sido provistos de los elementos de protección personal que necesitábamos”.

Según manifestó ATE, la circular del Ministerio de Educación sostiene que el personal educativo debe dejar la ropa de trabajo en un lugar aislado para que la misma no se contamine. Sin embargo, el gremio respondió: “En las instituciones escolares no contamos con vestuarios ni espacios para guardarlo. Además de que sólo los y las titulares tienen ropa proveída por el Estado”.

Finalmente, los estatales remarcaron que el regreso a la presencialidad sería “más fácil” si se hubiesen creado Comités Mixtos de Seguridad e Higiene en los lugares de trabo, y anticiparon a este medio que pedirán un adelanto de la paritaria para que el aumento del 9% previsto para octubre se abone en el salario de agosto.