China y Estados Unidos cruzaron acerbas críticas este martes al cumplirse el 30 aniversario de la represión sangrienta en la plaza Tiananmen de Pekín, marcado por un férreo operativo de seguridad, detenciones de activistas y censura en internet.

Un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores criticó este martes las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, sobre Tiananmen.

«Esos desvaríos y ese balbuceo sin sentido terminarán en el bote de basura de la historia», declaró a la prensa el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang.

El lunes, Pompeo rindió homenaje en un comunicado «a los héroes del pueblo chino que se rebelaron valientemente hace 30 años en la plaza Tiananmen para exigir sus derechos».

Al fin de la jornada, las declaraciones oficiales chinas ante la prensa extranjera no habían filtrado aún en los medios chinos, que siguen respetando escrupulosamente el «tabú» de Tiananmen.

Como sucede cada año, en vísperas del 4 de junio, la policía detuvo o alejó a los militantes de la causa de los derechos humanos y a las familias de las víctimas de represión.

El acceso a la inmensa explanada en el corazón de Pekín, donde se desarrollaron gigantescas manifestaciones en abril y junio de 1989, estaba estrictamente vigilado.

El dispositivo de seguridad dificultó el ingreso de periodistas extranjeros a la plaza, al tiempo que los policías repetían a gritos que no estaba permitido tomar fotografías.

Un videoperiodista de la AFP que intentaba acceder a la plaza fue obligado a retirarse. «Necesita una autorización especial», explicó un guardia que filtraba el ingreso al lugar.

El Club de Corresponsales Extranjeros en China «condenó» la actitud de las autoridades hacia la prensa, diciendo que violaba sus propias reglas.

El gobierno desde hace 30 años intenta todo lo posible para borrar de la memoria colectiva la matanza de 1989. «No se trata que no nos interese. Sabemos lo que ha ocurrido», dijo un conductor del sistema de trasportes DiDi, aunque admite que nació en 1989. «Pero cómo podría hablarle de eso, la aplicación de DiDi está grabando nuestra conversación en el auto», agregó.

«China ha cambiado. Si uno tiene dinero puede tener lo que quiera. Sin dinero, es mejor no abrir la boca», comentó.

La televisión pública CCTV abrió el noticiero matutino con la presentación oficial del logo de otro aniversario, el de los 70 años de la fundación de la República Popular, que será celebrado el próximo 1 de octubre.

En la primavera de 1989, estudiantes y trabajadores se reunieron en la plaza Tiananmen, el corazón simbólico del poder chino, para pedir cambios hacia la democracia y el fin de la corrupción. Rápidamente inspiró protestas en todo el país.

Soldados y blindados retomaron el control de Pekín disparando contra los manifestantes causando centenas de muertos.

Por su parte, la Unión Europea (UE) pidió este martes la «liberación inmediata de los defensores de los derechos humanos y de los abogados condenados por los acontecimientos» de Tiananmen.

La encargada de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, lamentó además el silencio de las autoridades chinas sobre esos acontecimientos y la falta de información sobre «el número exacto de muertos y detenidos el 4 de junio».

Durante los últimos 30 años el gobierno ha censurado cualquier discusión sobre protestas o represión. Se estima que la represión dejó posiblemente hasta mil muertos.

El martes, cientos de personas, incluyendo niños con la bandera china en hombros de sus padres, esperaban para ingresar a la plaza y presenciar la ceremonia del izado de la bandera.

Pero la fila se movía muy lentamente ante la seguridad adicional, con el control de documentos y el sistema de reconocimiento facial, al punto que muchos no pudieron asistir al evento.

«Nunca esperamos eso», dijo Wang Dan, quien en 1989 era un líder de las protestas con apenas 20 años. China y fue arrestado antes de lograr salir al exilio.

Oficialmente, las autoridades aún no han dicho que ocurrió realmente ese día ni cuántas personas resultaron muertas.

«No hay razones para ser optimista con relación a China en estos momentos si uno mira lo que está ocurriendo», dijo a AFP en Nueva York el activista Zhu Fengsuo.

El único lugar de China donde se podrá conmemorar la movilización por la democracia de 1989 es Hong Kong, donde se espara una importante multitud para el tradicionesl encendido de velas organizado anualmente..

Aunque en los últimos años la frecuentación ha disminuido, se espera la presencia de decenas de miles de personas para pedir justicia para las víctimas y una democratización del país.