Las empresas ferroviarias de Estados Unidos y los gremios del sector alcanzaron este jueves un «principio de acuerdo», tras la intervención del Gobierno, para evitar lo que iba a ser una histórica huelga prevista para este fin de semana.

«El principio de acuerdo logrado anoche supone una importante victoria para nuestra economía y para el pueblo de Estados Unidos», indicó el presidente Joe Biden en un comunicado subido al sitio web de la Casa Blanca.

«Los trabajadores ferroviarios tendrán mejores salarios, mejores condiciones de trabajo y tranquilidad en lo referente a sus seguros de salud», agregó.

El paro amenazaba con interrumpir el transporte de carga, pero también el de pasajeros, a dos meses de las elecciones legislativas en las que el Partido Demócrata de Biden se juega el control del Congreso.

La presión había estado creciendo en ambos lados para llegar a un acuerdo. El operador ferroviario nacional, Amtrak, ya había cancelado servicios de pasajeros previendo interrupciones, en tanto agricultores y minoristas advirtieron sobre el caos que una huelga generaría en la cadena de suministro, ya alterada por la pandemia de Covid-19.

El anuncio del principio de acuerdo se produjo después de que las empresas ferroviarias de carga y dos sindicatos que representan principalmente a los maquinistas fueran convocados este miércoles a una reunión en el Departamento de Trabajo en Washington, en un esfuerzo por evitar la huelga que iba a iniciar el viernes a la medianoche.

«Agradezco a los sindicatos y las compañías ferroviarias por negociar de buena fe y llegar a un acuerdo de principio que mantendrá en funcionamiento nuestro crucial sistema ferroviario y evitará la interrupción de nuestra economía», dijo Biden, citado por la agencia de noticias AFP.

El mandatario busca evitar más daños económicos antes de las elecciones legislativas de mitad de mandato el 8 de noviembre.

Los votantes ya están preocupados por el aumento de los precios debido a la pandemia, en la que los problemas de la cadena de suministro fue un flagelo constante y la inflación anual aumentó a un máximo de 40 años.

La Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses había advertido de que la huelga detendría 7.000 trenes, con un costo de 2.000 millones de dólares al día.

Las demandas de los sindicatos no se relacionan tanto con los salarios sino con las disposiciones sobre días libres y licencias por enfermedad, y los empleados se quejan de que a veces tienen que trabajar durante largos períodos por falta de personal suficiente.