Tras coquetear con la idea durante meses, el ex alcalde de Nueva York y empresario millonario Michael Bloomberg anunció hoy su candidatura presidencial en Estados Unidos y aseguró que disputará la interna del Partido Demócrata en la primera mitad del año próximo para conseguir la nominación y competir contra el actual mandatario Donald Trump.

«Me presento a la carrera para derrotar a Donald Trump y reconstruir Estados Unidos. No podemos permitirnos cuatro años más del comportamiento deshonesto y temerario que ha exhibido el presidente Trump», explicó Bloomberg al hacer su anuncio en un comunicado.

«Sé lo que hace falta para vencer a Trump. Nunca he rehuído una pelea difícil. La derrota de Trump y la reconstrucción de Estados Unidos se han convertido en las peleas más urgentes e importantes de nuestras vidas, y voy a ir con todo», según la nota, publicada en su página web, donde traza las líneas maestras de una campaña que promete «combatir el cambio climático y proteger los derechos de la población LGBTQ».

«Pero más que planes, ofrezco el liderazgo para convertir estos planes en realidad. Arremangarme, motivar al país para que se una, y reconstruir América, para hacerla más justa y mejor. Y estoy listo para trabajar», concluyó.

El equipo de campaña de Bloomberg cumplimentó este pasado jueves los trámites para presentar la candidatura aunque se apresuraron a indicar que en modo alguno suponía una «decisión final».

Ayer uno de sus asesores había adelantado en una entrevista televisiva que el empresario millonario no aceptará ninguna donación para su campaña -es decir, que la pagará toda de su bolsillo- y, en caso de ser electo presidente, no cobrará un sueldo.

Las primarias presidenciales comenzarán en febrero del año próximo en Estados Unidos. Mientras que Trump es el favorito indiscutido en el Partido Republicano, los demócratas siguen inmersos en una crisis de liderazgo.

Los últimos sondeos mostraron que los favoritos para convertirse en candidato presidencial son el ex vicepresidente Joe Biden, la senadora Elizabeth Warren y el senador Bernie Sanders. Sin embargo, ninguno alcanza siquiera un tercio de la intención de voto del electorado demócrata.