Este domingo Bolivia tendrá sus tan postergadas elecciones generales, y los días previos se viven con el pueblo sumido en la incertidumbre. Posibles conflictos políticos y sociales por los comicios han provocado largas filas en las estaciones de combustible, así como un inusual movimiento en las entidades financieras y en los centros de abasto.

Como parte de los comicios generales de este 18 de octubre se elegirá a presidente, vicepresidente, senadores, diputados y nueve representantes supraestatales a parlamentos internacionales para el periodo constitucional 2020-2025.

Ante versiones de una «devaluación» de la moneda boliviana, el nuevo presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Agustín Saavedra Weise, enfatizó este jueves que «no se considerará en ningún momento la palabra devaluación de la moneda ni dolarización de la economía«.

El sociólogo doctor en Ciencia Política y director general del Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU), Fernando Mayorga Ugarte, manifestó a la agencia Xinhua que, con el antecedente de las jornadas de conflicto en octubre y noviembre del año pasado y agosto de este año con bloqueo de caminos y desabastecimiento, la gente comienza a vivir «una psicosis colectiva de pánico».

«Ahora vuelve el temor a un desabastecimiento a causa de enfrentamientos similares a los registrados en octubre y noviembre de 2019 y la especulación por parte de algunos comerciantes; el país vive un trance político, social y económico muy complicado», advirtió.

El experto reconoció que la profunda crisis socioeconómica, política y sanitaria por la que pasa Bolivia podría llevar a graves enfrentamientos civiles, aunque consideró que se evitaría con el voto ciudadano mayoritario por un candidato y la madurez política de aceptar resultados.

Este jueves continuaron las filas de vehículos en gasolineras de diferentes puntos del país para abastecerse de combustible.

Ante ello, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Iván Alcalá, desmintió mediante un comunicado audiovisual los rumores sobre un desabastecimiento de gasolina especial y diésel, pero las largas filas se mantenían. Además, admitió que las especulaciones surgen ante posibles conflictos poselectorales y pidió a la población mantener la tranquilidad.

Los medios televisivos evidenciaron que en los principales centros de abasto hay un gran movimiento de compradores que busca aprovisionarse de productos de la canasta familiar.

«Tenemos que abastecernos, por ahí pasa lo mismo que el año pasado, no vamos a tener qué comer y los precios suben. El año pasado el precio de los productos subió en 300 por ciento, lo peor, es que ya no había qué comprar», declaró Mariana Colque, una ama de casa, a un canal de televisión.

Ante la fuerte demanda de la gente, algunos de los vendedores han aprovechado el momento para elevar los precios de los productos más solicitados.

En ese contexto, el ministro de Desarrollo Productivo, Adhemar Guzmán, pidió calma a la población y no realizar compras extraordinarias de alimentos frente a versiones políticas que sólo buscan generar zozobra. Además, indicó que el abastecimiento y los precios de los alimentos están garantizados, y que tras las elecciones generales del domingo la vida en el país continuará normal.

Según un boletín del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Bolivia vive desde las 00:00 horas de este jueves 15 de octubre el silencio electoral. Están prohibidas las manifestaciones públicas de apoyo o rechazo a las candidaturas, al igual que la difusión de propaganda electoral a través de los medios de comunicación.

De igual forma, desde el viernes 16 de octubre y hasta las 12 hora local del día siguiente de la elección está prohibido expender o consumir bebidas alcohólicas en domicilios particulares, tiendas, cantinas, hoteles, restaurantes y cualquier otro establecimiento privado.