El Senado de California, el estado norteamericano en el que tienen sus sedes las principales multinacionales tecnológicas, aprobó el pasado martes un proyecto de ley que obliga a las empresas basadas en aplicaciones a tratar como empleados a los trabajadores contratados.

Aprobada con 29 votos a favor y 11 en contra, el proyecto -que aún debe pasar por la Asamblea del Estado, considerado una formalidad- podría remodelar en el propio Silicon Valley la forma en la que funcionan empresas como Uber o Lyft, que consideran como «socios» a sus choferes y son el eje del modelo de empresas de transporte y reparto de alimentos.

El gobernador de California, Gavin Newsom, ya se manifestó a favor del proyecto y se da por descontado que lo firme apenas le llegue, informó este miércoles el diario The New York Times.

Se estima que solo en ese estado la norma afectará a más de un millón de trabajadores, que empezarían a tener beneficios como vacaciones y días (pagos) por enfermedad.

Medios locales destacan que en los últimos años muchos trabajadores fueron empujados a la figura de «contratistas», sin acceso a protecciones básicas como un salario mínimo y seguro de desempleo.

Entre ellos sobresalen conductores de empresas de transporte, mensajeros, repartidores de alimentos, conserjes, trabajadores de salones de cuidado de uñas, del sector de la construcción y propietarios de franquicias que ahora podrían ser reclasificados como empleados.

La iniciativa, según el New York Times podría influir en otros estados, en particular en Nueva York, Washington y Oregon, donde se impulsan proyectos similares.

Los opositores al proyecto aseguran que el mismo perjudicará a las personas que buscan trabajar en horarios flexibles, además de a las empresas, a las que blanquear a sus trabajadores les aumentaría los costos en torno al 30 por ciento, según estimaciones difundidas hoy por la cadena BBC.

Después de que se aprobara el proyecto de ley, Uber y Lyft propusieron la realización de un referendo para sobre el tema.

«Estamos totalmente preparados para llevar este tema a los votantes de California para preservar la libertad y acceder a los conductores y pasajeros que desean y necesitan», señalaron en un comunicado conjunto

La iniciativa californiana cuenta con el respaldo de los precandidatos demócratas a la Presidencia Elizabeth Warren, Bernie Sanders y Kamala Harris.