Al menos 87 personas murieron el domingo en Siria en una serie de atentados, en tanto Estados Unidos anunció un acuerdo provisional con Rusia sobre los términos de un alto el fuego.

Un doble atentado con coche bomba en Homs, en el centro de Siria, dejó al menos 57 muertos y decenas de heridos, la mayoría civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El atentado fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en un comunicado publicado en internet.

La televisión estatal siria mostró imágenes del lugar del ataque, en el barrio de Al Zahraa, donde podía verse polvo y humo junto a las llamas provocadas por las detonaciones.

Los atentados parecían haber causado grandes daños materiales, reventando los escaparates de las tiendas y destrozando coches y minibuses.

La ciudad de Homs está controlada casi en su totalidad por el gobierno sirio, aunque regularmente ha sido blanco de atentados.

El barrio de Al Zahraa en particular ha sufrido varios ataques, el último de ellos el mes pasado, cuando al menos 22 personas murieron en un doble atentado suicida reivindicado por el EI.

Unas horas después, al menos 30 personas murieron y decenas resultaron heridas en una serie de atentados cerca de un santuario chiita al sur de la capital Siria, Damasco.

La televisión estatal dio un saldo de 30 muertos en tres atentados, uno de ellos con coche bomba, cometidos por atacantes suicidas.

«Los atentados coincidieron con la salida de la escuela, por lo que murieron varios alumnos», precisó la televisión.

El OSDH indicó por su parte que al menos 31 personas fallecieron y decenas resultaron heridas en cuatro atentados.

A fines de enero al menos 70 personas murieron en un triple atentado cerca de ese mismo santuario, ataque que había sido reivindicado por el EI.

Sayeda Zeinab es un importante santuario del chiismo y abriga el mausoleo de una de las nietas del profeta Mahoma.

A la espera de Obama y Putin 

En otras zonas del país, continuaban los combates. En la estratégica provincia de Alepo (norte), las tropas del régimen lograron avanzar gracias a una ofensiva lanzada a principios de febrero con el apoyo de la aviación rusa y el Hezbolá libanés.

Al menos 50 yihadistas del grupo Estado Islámico murieron en los combates con el ejército sirio en el este de la provincia y en bombardeos rusos, según el OSDH.

Además de Rusia, la coalición internacional dirigida por Estados Unidos está también implicada en el conflicto y bombardea al EI desde 2014. Y, desde hace una semana, Turquía lanza ataques aéreos contra las fuerzas kurdas sirias cerca de su frontera.

Esta situación muy compleja dificulta la aplicación de un acuerdo que sea aceptable para todas las partes interesadas para un alto el fuego.

El Secretario de Estado John Kerry, que se entrevistó por teléfono con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, dijo el domingo en Ammán haber alcanzado «un acuerdo provisional en principio sobre los términos de un cese de las hostilidades, que podría entrar en vigor en los próximos días».

El Secretario de Estado añadió ante la prensa que los presidentes ruso y estadounidense, Vladimir Putin y Barack Obama, «podrían hablarse en cuanto sea posible (…) para la puesta en marcha» de ese cese de las hostilidades.

Kerry, optimista

«Estamos hoy más cerca de un cese el fuego», aseguró Kerry, que desde hace días trata de concretar con Moscú la aplicación del acuerdo internacional concluido en Múnich los pasados días 11 y 12 de febrero.

Kerry y Lavrov son los artífices del acuerdo en Múnich del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG, por sus siglas en inglés).

En virtud de éste, los 17 países y tres organizaciones multilaterales participantes acordaron un «cese de las hostilidades» en Siria «de aquí a una semana», es decir el pasado 19 de febrero. Sin embargo, este punto ha quedado en papel mojado y los combates han continuado en Siria.

Moscú, firme aliado del régimen de Bashar al Asad, advirtió en cualquier caso el sábado que seguirá ayudando al ejército sirio a combatir a los «terroristas».

Además de Rusia, Turquía, hostil al régimen de Al Asad, dijo que se reserva el derecho de llevar a cabo «cualquier tipo de operación» militar contra las fuerzas kurdas en Siria, a las que califica de «terroristas».

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