El gobierno chino mostró hoy su preocupación por la crisis política en Venezuela y la «politización» de la entrega de ayuda humanitaria al país sudamericano, por lo que pidió «diálogo y soluciones políticas» a la crisis.

«La situación dentro y fuera de Venezuela es inestable, incluso turbulenta, lo cual no es bueno para ninguna de las partes», afirmó el portavoz de la Cancillería china Lu Kang en el primer comunicado tras los enfrentamientos del sábado entre opositores y fuerzas gubernamentales en las fronteras venezolanas con Colombia y Brasil.

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En la zona fronteriza con Brasil, los enfrentamientos causaron tres muertos y decenas de heridos, según informó el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), citado por la agencia de noticias EFE.

Lu pidió al Gobierno y a la oposición que busquen «soluciones políticas a través del diálogo y la consulta», y «dentro de los marcos legales y constitucionales».

También criticó que «fuerzas externas» intervengan en los asuntos internos venezolanos y demandó a la comunidad internacional que respete «los principios básicos de las relaciones internacionales».

«Esperamos que la comunidad internacional provea de asistencia constructiva a Venezuela siempre y cuando respete su soberanía», señaló el portavoz.

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, impidió la entrada en el país de la ayuda humanitaria solicitada por Juan Guaidó, designado presidente interino por la Asamblea Nacional.

La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato de 6 años que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, asegura que el país atraviesa una «emergencia humanitaria compleja» y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.

Pero el gobierno de Maduro, que atraviesa una crisis de legitimidad al no ser reconocido por varios países tras ganar unos comicios tachados de fraudulentos, se niega a aceptar esta ayuda por considerar que se trata de un «show político» y la previa de una invasión extranjera.