China desarrolló nuevas formas de control macroeconómico para contener el aumento de la inflación y contenerlo en el orden del 3 % durante 2023.

El objetivo es mantener la economía operando dentro de un rango apropiado, como lo hizo durante los últimos cinco años, de acuerdo con el informe sobre la labor del Gobierno presentado el domingo al máximo órgano legislativo del país para su deliberación.

China innovó las formas de macrocontrol, evitando depender en exceso de la inversión y empleando coordinadamente las políticas fiscal y monetaria, entre otras, para apoyar con prioridad a los agentes del mercado en la mitigación de sus dificultades y en la concreción de su desarrollo, dice el informe.

«Considerando los objetivos anuales previstos principales como un conjunto orgánico, hemos reforzado el control ejercido dentro de los límites establecidos y el control direccional, coyuntural y preciso en los últimos cinco años», indica el informe.

«Tomamos medidas decisivas para aumentar el apoyo a las políticas macroeconómicas, absteniéndonos de adoptar una avalancha de políticas de estímulo fuertes que socavarían nuestro potencial de crecimiento futuro», dice.

En la aplicación de una política fiscal proactiva, en los últimos cinco años China mantuvo la relación entre el déficit y el PIB en un 3 por ciento y la deuda pública en torno al 50 por ciento, según el documento.

Señala más adelante que en estos cinco años la reducción tributaria ha totalizado 5,4 billones de yuanes (unos 781.300 millones de dólares), y la tarifaria 2,8 billones de yuanes, no solo ayudando a las empresas a superar las dificultades y asegurar su supervivencia, sino también preservando las fuentes tributarias.

Al aplicar una política monetaria prudente, el Gobierno realizó ajustes flexibles a la luz de la nueva situación y mantuvo una liquidez razonablemente suficiente.

Los préstamos de carácter inclusivo otorgados a las pequeñas empresas y microempresas registraron un aumento anual medio del 24 por ciento, y el tipo de interés medio de estos últimos se ha reducido en 1,5 puntos porcentuales con respecto a hace cinco años, señala el informe.

El Gobierno tomó la estabilización del empleo como el indicador clave de que el funcionamiento económico está dentro de unos límites razonables, promovió con empeño la colocación laboral mercadizada y socializada, y aumentó el apoyo dado a las empresas en la estabilización y la ampliación de sus puestos de trabajo, indica el informe.

En respuesta a los sacudones económicos, el país se abstuvo de aumentar repetidamente el déficit por un gran margen o de imprimir una cantidad excesiva de dinero, creando las condiciones macroeconómicas necesarias para estabilizar los precios.

El alza del IPC (índice de precios al consumidor) de China se ha mantenido durante los últimos diez años en un nivel relativamente bajo de en torno a un 2 por ciento, según el informe.

«Esto puede parecer fácil de lograr, pero en verdad no debe subestimarse, ya que no solo se ha preservado el orden de la economía de mercado y brindado el espacio para la aplicación de las macropolíticas, sino que también se ha favorecido una mejor garantización de las condiciones de vida básicas del pueblo», señala finalmente el informe.