El partido liberal Ciudadanos anunció hoy que no formará parte de ningún gobierno del que participe Vox y que tampoco se sentará a negociar con el partido ultraderechista, cuyos votos son necesarios para que la derecha gobierne en una veintena de municipios y algunas regiones de España.

«No vamos a entrar en gobiernos con Vox, Podemos o nacionalistas”, afirmó el secretario de organización de Ciudadanos, José Manuel Villegas, tras la reunión en la que su partido aprobó las directrices con las que negociarán en las próximas semanas.

Villegas también dejó claro que «no habrá mesa a tres», en referencia a la exigencia del partido de Santiago Abascal, quien como única «línea roja» para aportar sus votos al bloque de derechas exige que lo dejen sentarse a negociar.

El partido de Albert Rivera insiste en que «buscará acuerdos con el Partido Popular», que es su socio preferente, y que «excepcionalmente» pueden llegar a pactar con el Partido Socialista (PSOE) si los dirigentes regionales renuncian a las políticas del presidente del gobierno Pedro Sánchez.

El objetivo es negar a «dos bandas» para buscar «acuerdos moderados, centrados, con contenido puramente liberal», en coincidencia con «nuestros socios europeos», subrayó Villegas, después de que sus socios europeos liberales hayan defendido desde Bruselas la necesidad de aislar a la extrema derecha.

Esta posibilidad, sin embargo, es rechazada por Vox, que advierte a Ciudadanos que serán ellos los responsables de que los socialistas gobiernen en la región de Madrid o la izquierda en la capital.

«La mano está tendida, pero no nos vale la foto. Realmente lo que queremos es entrar en los gobiernos. No queremos un acuerdo cerrado y tener que firmarlo», dijo Santiago Abascal en conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados.

Su candidata en la comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, insistió en que no quieren pactos como el alcanzado en Andalucía, donde los ultraderechistas negociaron con el PP para facilitar la formación de un gobierno de coalición entre conservadores y liberales, pero se quedaron fuera del Ejecutivo regional.

«Si el PP quiere que su candidata presida la comunidad de Madrid deben demostrar que pueden liderar la negociación y obligar a Ciudadanos a sentarse negociar», dijo Monasterio en declaraciones a TVE, en un mensaje que mete presión a los conservadores.

En tanto, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, sostuvo que Vox debe medir sus «amenazas» porque en muchas circunscripciones es cuarta o quinta fuerza.

García Egea había propuesto «mesas tripartitas en España» para empezar a «hablar de programas», algo que ya descartó Ciudadanos, y que se solventaría con mesas separadas al estilo andaluz, opción que rechaza Vox.

Los conservadores necesitan a Ciudadanos y Vox para gobernar en 23 municipios y cuatro regiones – Madrid, Castilla y León, Murcia y Aragón.

No obstante, las condiciones de Abascal hacen imposible un entendimiento con Ciudadanos, que busca conciliar sus necesidades de poder con una posición que no resulte alarmante para sus socios europeos.