El Senado de Estados Unidos dio hoy la aprobación final a un proyecto de ley presupuestario consensuado entre el oficialismo y la oposición, que permitirá al gobierno federal obtener fondos extras, por un total de 1,1 billones de de dólares, para poder completar el año fiscal que termina en septiembre próximo y evitar un cierre parcial del Estado en Washington mañana.

El apoyo del Senado puso fin a una semana de intensas negociaciones en las que los demócratas lograron torcer el brazo al presidente, Donald Trump, quien había pedido una partida presupuestaria para continuar la construcción del muro en la frontera con México y que ahora deberá promulgar el texto consensuado entre republicanos y demócratas.

Con 79 votos a favor y 18 en contra, el Senado aprobó el dinero necesario para mantener al Estado funcionando hasta septiembre, además de incluir una partida de 295 millones de dólares para ayudar a Puerto Rico con sus programas de asistencia de salud y para destinar a subsidios creados por la reforma de salud conocida como Obamacare, algo que la mayoría republicana quería recortar.

Según este compromiso bipartidista, los Institutos Nacionales de Salud tendrán un aumento presupuestario de 2.000 millones de dólares, mientras que el acuerdo protege el 99% del presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y aumenta la financiación de energías limpias, dos sectores que el propio Trump había prometido recortar.

Por otra parte, también se contempla mantener un fondo de 1.000 millones de dólares para las posibles hambrunas en África u Oriente Medio y 600 millones de dólares adicionales para combatir la crisis de adicción a los opiáceos que sufre Estados Unidos.

El texto tampoco mina las disposiciones de regulación sobre Wall Street amparadas en la ley Dodd-Frank -aprobada tras la crisis de 2008 para controlar más el sector financiero-, como pretendían los conservadores.

Sin embargo, no todos fueron compromisos para los republicanos.

Además de evitar un cierre parcial del gobierno -como el que ellos mismos le impusieron a Barack Obama en 2013-, se anotaron una victoria al lograr aumentar en 1.500 millones de dólares los fondos para la seguridad fronteriza y en 15.000 millones los fondos de defensa.

La Cámara de Representantes había dado media sanción al proyecto de ley consensuado ayer.