Los costarricenses votaban este domingo para elegir un nuevo presidente -entre 25 candidatos- y renovar su Asamblea Nacional, en medio de una fuerte crisis económica y sin un claro favorito en esta primera vuelta, lo que hace prever un balotaje en dos meses.

Más de 3,5 millones de votantes estaban habilitados para escoger al sucesor del presidente Carlos Alvarado y elegir a los 57 diputados de la Asamblea, en unos comicios que cerrarán a las 18 (las 21 en Argentina).

El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) dijo que esperaba dar los primeros resultados aproximadamente tres horas después del cierre de las mesas, según informó la agencia de noticias AFP.

El ex presidente de centroizquierda José María Figueres lidera las preferencias con un 17%, seguido un poco más abajo por la socialcristiana Lineth Saborío, con 13%.

De cerca los escoltan en las preferencias el evangélico y conservador Fabricio Alvarado, con 10,3%; el economista de derecha Rodrigo Chaves, con 8,2%; y el izquierdista José María Villalta, con 7,6%.

En los últimos días apareció el también el candidato de derecha Eli Feinzaig, con 5,7%, según los sondeos del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP-UCR) y la empresa privada Demoscopia.

En caso de realizarse un balotaje -que tendría lugar el domingo 3 de abril- los dos partidos tradicionales de Costa Rica podrían enfrentarse: el Partido Liberación Nacional (PLN) de centroizquierda, de Figueres -presidente en 1994-1998-, y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) de Saborío de centroderecha -vicepresidenta en 2002-2006-.

Esto traería de vuelta al país al bipartidismo del siglo XX, aquel que fue quebrado con el triunfo del Partido Acción Ciudadana (PAC), que gobernó los últimos ocho años, pero hoy es impopular y no tiene posibilidades de triunfo.

El candidato Figueres es hijo del ex mandatario José Figueres Ferrer, que abolió el Ejército en 1948.

Los comicios se dan en un momento donde una severa crisis financiera y social golpea a Costa Rica. 

El desempleo (14,4% en 2021), la pobreza (23% en 2021) y una economía con una deuda pública equivalente al 70% del Producto Bruto Interno (PBI) encendieron las alarmas de organismos multilaterales.

La situación se agravó con la pandemia del coronavirus, que golpeó duramente al turismo, uno de sus principales motores.

Además, en los últimos 13 años, dos ex presidentes enfrentaron juicios por corrupción, y uno fue condenado. En 2021 estallaron dos casos de irregularidades millonarias en el sector de obras públicas, con ministros involucrados.

Los costarricenses tienen ante sí una boleta histórica, ya que para estos comicios se registra una cifra récord de 25 aspirantes presidenciales, de los cuales, cuatro son mujeres.

Se trata de Lineth Saborío de la Unidad, Natalia Díaz de Unidos Podemos, Viviam Quesada de Fuerza Democrática y Maricela Morales de Unión Costarricense Democrática.

En 1998 hubo tres mujeres aspirantes a la presidencia y solo en una ocasión lograron alcanzarla de la mano de la liberacionista Laura Chinchilla.