El fenómeno llamado La Niña arrasa los campos y las economías de diversos países en todo el mundo. El desastre económico no sólo golpea con fuerza a la Argentina, Uruguay y otros países de América Latina sino que avanza en Estados Unidos, y distintos países de Europa, como España y Portugal.

Mientras Argentina sufre los devastadores efectos de «la seca», pérdidas millonarias, menor recaudación, menor ingreso de divisas y serios problemas en la cadena de pagos, en Estados Unidos los campos de trigo se han visto tan afectados que los agricultores  están a punto de abandonar los cultivos al ritmo más alto en más de un siglo. En tanto, en España, se espera este 2023 una de las primaveras más secas en lo que va del siglo, tras el segundo marzo más cálido y seco.

Efecto dominó

Desde la Sociedad Rural de Rosario advirtieron, a principios de mayo, que «se estiman pérdidas en el orden de los 21.000 millones de dólares que no se van a recuperar».  En tanto la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, señalaron que muchos insumos se consiguen contra la entrega del cereal del que carecen, lo que los obliga a posponer compromisos y refinanciarlos.

Además, señalaron que los productores también son contratistas rurales y ya empieza a haber inconvenientes con el pago de alquileres. «Ya hemos advertido que el productor va a entrar en incumplimiento impositivo porque va a haber imposibilidad de pago».

También alertaron por el efecto dominó que provocará la ruptura de la cadena de pagos, que no sólo afectará al sector. «Es un efecto dominó. Imaginen un escenario de un millón de fletes menos. Ese fletero no va a tener nada que transportar y eso repercutirá en otros sectores».

¿Hambruna global?

Una realidad similar se vive en otros países. En Estados Unidos se espera que los productores cosechen alrededor del 67% de sus acres plantados.

En tanto, en el viejo continente, España y Portugal son nombrados como los países más afectados. La península ibérica espera este 2023 una de las primaveras más secas en lo que va del siglo, tras el segundo marzo más cálido y seco. Según los datos facilitados por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, la reserva hídrica española está al 50,1% de su capacidad total, con un volumen de agua de 28.074 hectómetros cúbicos. Un volumen de agua que va disminuyendo día a día si no llegan lluvias abundantes, como demuestra un alarmante dato facilitado por la misma institución meteorológica: únicamente en la penúltima semana del mes de abril se perdieron 326 hectómetros cúbicos, lo que equivale al 0,6 % de la capacidad total actual de los embalses.

España ha pedido fondos de emergencia a la Unión Europea para apoyar a agricultores y ganaderos en medio de una sequía extrema en sus regiones rurales, dijo el ministro de Agricultura, Luis Planas. Planas solicitó al comisario de Agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, ayuda para los 890.000 agricultores con fondos de las reservas para crisis agrarias del bloque y fondos no utilizados para el desarrollo agrario. “Es verdad que hay sequía, que hay altas temperaturas, pero son mucho más acentuadas en el caso de la Península Ibérica”, dijo Planas luego de una reunión del Consejo de Ministros, y añadió que la entrega urgente de ayuda financiera es “de la mayor importancia”. 

Con Ucrania y Rusia en guerra y América latina duramente afectada, la falta de alimentos en el mundo comenzará a ser un tema de debate en los foros internacionales en muy pocos días.

Estados Unidos y Europa están advirtiendo que no llegan a abastecer sus mercados, y el continente africano mira lo que puede suceder, sobre todo por lo que acaba de pasar en el cuerno de África: la peor sequía del este de África en 40 años ha obligado a millones de somalíes a abandonar sus hogares.

Cinco temporadas de lluvia fallidas consecutivas llevaron a la frágil nación al borde de la hambruna, y es poco probable que este año sea muy diferente. “Estamos desnutridos, la tierra está seca, no puedo darme el lujo de volver”, dijo Khadijo Mohamed Omar desde afuera de su casa en forma de cúpula hecha de palos y tela naranja. Incluso, El País, de Madrid, reveló que hay madres que envenenan a sus hijos deliberadamente para que sean atendidos por profesionales y se les brinde alimentos que luego son repartidos entre sus hermanos.

Pero hay otras regiones que padecerán la falta de alimentos en el mundo, como por ejemplo el caribe, principalmente Haití. El Banco Mundial ha dicho que siete países, incluidos Nigeria, Afganistán, Burkina Faso, Haití, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, están experimentando “niveles catastróficos de inseguridad alimentaria”, y agregó que esto indica la “amenaza de hambruna”.