Estados Unidos, Francia y el Reino Unido presentaron hoy al Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución sobre el reciente y supuesto ataque químico en Siria, luego del rechazo de Rusia que tuvo el texto original.

Según informó el representante británico, Matthew Rycroft, esta nueva resolución es un borrador «revisado» que condena el uso de armas químicas y requiere «plena cooperación» con la investigación internacional del suceso.

«Todos los miembros del Consejo de Seguridad deberían apoyarlo», pidió el embajador británico a través de Twitter.

En tanto, en rueda de prensa, el francés ante la ONU, Francois Delattre, dijo: «No podemos simplemente rendirnos. Hay demasiado en juego» y defendió la necesidad de hacer todo lo posible para que el Consejo de Seguridad apruebe un texto que condena el ataque del pasado 4 de abril en Khan Shaykhun y que demande una investigación completa.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido presentaron la semana pasada un proyecto de resolución que fue considerado «inaceptable» por Rusia, que planteó – a su vez- otra propuesta, que también fue rechazada por las potencias occidentales.

El Consejo de Seguridad discutió sin éxito la cuestión el pasado jueves, justo antes de que Estados Unidos lanzase decenas de misiles contra una base aérea siria en respuesta al uso de armas químicas en Khan Shaykhun, del que la Casa Blanca y sus aliados responsabilizan al gobierno sirio.

Al día siguiente, los quince países se reunieron de urgencia para analizar la acción estadounidense, en una tensa sesión en la que Estados Unidos y Rusia se cruzaron duras acusaciones.

El presidente ruso, Vladimir Putin, insistió hoy en que cualquier decisión debe adoptarse sólo después de una investigación e insistió en que Al Assad no estuvo detrás del ataque de la semana pasada.

Además, dijo que se preparan nuevas «provocaciones» sobre ataques químicos en Siria para culpar a Damasco.

La investigación está en curso. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), un cuerpo independiente con sede en La Haya, está analizando lo ocurrido en Khan Shaykhun, donde murieron decenas de personas en un aparente ataque químico.