El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y la ONU lanzaron hoy un desesperado esfuerzo por resucitar una tregua en Siria y volver a encauzar el proceso de paz, luego de una semana de combates y bombardeos en la norteña ciudad siria de Alepo que dejaron cientos de muertos.

Con el alto el fuego impulsado por Estados Unidos y Rusia bajo severa amenaza, Kerry dijo que Washington y Moscú habían hechos progresos para tratar de detener el derramamiento de sangre, pero agregó que era prematuro asegurar que las gestiones serán plenamente exitosas.

En uno de sus comentarios más pesimistas sobre el proceso de paz para Siria y luego de reunirse en Ginebra con el enviado especial para el país árabe, Staffan de Mistura, el secretario de Estado dijo que el conflicto estaba «fuera de control» y que esto es «profundamente perturbador para todos en el mundo». Kerry agregó que Estados Unidos y Rusia acordaron redoblar el número de observadores del alto el fuego que trabajan desde Ginebra y prometió trabajar duro para contener la violencia sobre el terreno «en las próximas horas».

Más de 250 personas murieron en una semana de enfrentamientos y bombardeos en Alepo, la segunda mayor ciudad de Siria, cuyo control se dividen el Ejército y rebeldes sirios cubiertos por el alto el fuego, según cifras de activistas en el extranjero y de la prensa estatal siria. En los alrededores de Alepo actúa la filial siria de la red islamista Al Qaeda, el Frente Al Nusra, que está excluido de la tregua, y Siria y Rusia, un aliado militar de Damasco, han mencionado su presencia como una de los motivos par continuar con sus operaciones en la ciudad.

La violencia en Alepo y las violaciones del alto el fuego provocaron la interrupción de conversaciones de paz indirectas que el gobierno y la oposición siria reanudaron el mes pasado en Ginebra con mediación de la ONU, y cuyo reinicio aún no tiene fecha.

Desde la sede de la ONU en Nueva York, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo en un comunicado que estaba «profundamente preocupado por la peligrosa escalada de la lucha en Alepo y sus alrededores y el sufrimiento intolerable que está causando entre los civiles».

Ban llamó a todos los actores internacionales -principalmente a Rusia y Estados Unidos- a «redoblar sus esfuerzos para ayudar a las partes sirias» a retomar ese alto el fuego en todo el territorio. Un hospital y tres clínicas estuvieron entre los edificios bombardeados la semana pasada en Alepo, y Kerry acusó hoy al gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad, de haber estado detrás de esos ataques.