El Gobierno francés llamó este miércoles a la calma tras los disturbios que se desataron el martes en un suburbio de la capital, París, en respuesta al asesinato de un joven a manos de la policía.

«Entendemos el deseo de respuesta y queremos que se dé con total transparencia», aseguró el vocero del Gobierno, Olivier Véran, antes de lanzar un «llamado a la calma en esta situación tan particular y de una emoción muy fuerte».

El hecho, que volvió a poner en el centro del debate la polémica sobre la violencia policial en Francia, ocurrió el martes por la mañana en Nanterre, en la periferia oeste de París, durante un control policial a un joven de 17 años que conducía un auto amarillo.

Un video que circuló en redes sociales, y que cuya veracidad fue confirmada por la agencia de noticias AFP, muestra como uno de los dos agentes lo retiene a punta de pistola y le dispara a quemarropa cuando acelera. En la grabación se escucha «vas a recibir una bala en la cabeza», aunque no queda claro quién lo dice.

La fuga del joven terminó unos pocos metros más adelante, cuando el coche se estrelló contra un poste. La víctima, Naël M., falleció poco después tras haber sido alcanzado en el tórax.

«Nada, nada justifica la muerte de un joven», dijo este miércoles desde Marsella el presidente, Emmanuel Macron, pidiendo que la «justicia» examine este hecho «inexcusable».

El episodio desató en la noche del martes un estallido de disturbios en Nanterre que se extendieron hasta la madrugada y que terminaron con 31 detenidos, según las autoridades.

Los manifestantes levantaron barricadas, lanzaron fuegos artificiales contra una comisaría, prendieron fuego sobre una vía férrea y quemaron automóviles y contenedores de basura, mientras que los uniformados respondieron con gases lacrimógenos

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció que en la noche de este miércoles desplegarán unos 2.000 policías y gendarmes en los suburbios al oeste de París para evitar nuevos altercados.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, dijo esperar que su «exigencia absoluta de verdad permita que el apaciguamiento prevalezca sobre la ira».

La madre de la víctima convocó en un mensaje en la red social TikTok a una marcha en homenaje a Naël a las 14.00 (las 9.00 de Argentina) en Nanterre, cerca de donde falleció el joven.

Las fuerzas de seguridad en Francia suelen ser blanco de acusaciones de abusos o de un excesivo uso de la fuerza, como durante la caótica final de Liga de Campeones en 2022 o las pasadas protestas contra la reforma jubilatoria.

Pero esta nueva tragedia provocó una oleada de indignación, máxime cuando 13 personas perdieron la vida en 2022 en situaciones similares durante controles policiales en la ruta.

«La pena de muerte ya no existe en Francia. Ningún policía tiene el derecho de matar, salvo en legítima defensa», tuiteó el político izquierdista Jean-Luc Mélenchon.

Más allá de la oposición de izquierdas, futbolistas y celebridades se sumaron a las críticas pidiendo una «justicia digna», en palabras del popular actor Omar Sy.

«Me duele mi Francia. Una situación inaceptable», tuiteó la estrella del Paris Saint-Germain (PSG) Kylian Mbappé, quien en 2020 ya reaccionó a la paliza propinada por agentes de la policía a un productor de música negro, Michel Zecler, en París.

Jules Koundé, futbolista francés que juega en el FC Barcelona, también reaccionó contra este «nuevo abuso policial» y calificó de «dramática» la situación.

Darmanin calificó este martes de «muy impactantes» las imágenes del drama, pero llamó a respetar el «duelo» de los familiares de la víctima y «la presunción de inocencia» de los policías.

El agente de 38 años que presuntamente disparó se encuentra en custodia policial.

La justicia abrió dos investigaciones: una por homicidio voluntario por parte de un funcionario público y otra por el rechazo de la víctima a obedecer órdenes e intento de homicidio voluntario contra un funcionario.

En mayo, varios países expresaron su preocupación ante las Naciones Unidas por la violencia policial en Francia, así como por la discriminación racial, durante el examen periódico al que se someten cada cuatro años los países de la ONU.