Los estibadores españoles endurecieron este miércoles su protesta con dos jornadas de huelga dura en los puertos del país, en defensa de sus empleos que a su juicio peligran por una reforma que liberalizó las condiciones de trabajo del sector.

La huelga abarca a los 6.150 estibadores del país, indicó a la AFP una fuente de su principal sindicato, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM).

Sin embargo «se está cumpliendo de manera escrupulosa con los servicios mínimos para productos perecederos, productos de primera necesidad y el pasaje de las personas que viajan, pero el resto está totalmente parado en todos los 39 puertos», afirmó esta fuente.

Más del 60% del comercio exterior de la cuarta economía de la zona euro transita por sus puertos, que son también una importante plataforma de tráfico de mercancías entre Europa y el resto del mundo.

Los estibadores ya cumplieron tres jornadas de huelga parcial, el 5, 7 y 9 de junio, con un seguimiento casi total. El gobierno cifró las pérdidas generadas por la protesta en al menos 36 millones de euros.

Los sindicatos presentaron el martes una nueva propuesta a la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco), que la estudiará y responderá el viernes.

Los sindicatos reclaman la garantía de empleo para el 100% de los estibadores, a cambio incluso de bajar los salarios y ciertas condiciones, explicó la fuente de la CETM.

La reforma aprobada el 18 de mayo puso fin al sistema de contratación prioritaria de los estibadores vigente hasta ahora en España, para adaptarse al derecho de la Unión Europea.

Con el anterior sistema, las empresas tenían que contratar operarios a través de sociedades que emplean a los más de 6.000 estibadores, que tenían entonces garantizado el trabajo.

La nueva reforma hace opcional de forma progresiva el recurso a dichas sociedades para la contratación.

Para tratar de avanzar los estibadores «han propuesto una rebaja inmediata de la masa salarial de 5% a todas las empresas que se comprometan» a contratar a través de centros portuarios que reemplazarán a las sociedades, indicó la fuente de la CETM.

Las rebajas de salarios buscan incitar a las empresas a permanecer en un sistema «un poco más regulado», agregó.

Anesco, de su lado, asegura haber propuesto «la continuidad de los actuales puestos de trabajo», pero lanzando negociaciones «en cada puerto, para definir las mejoras operativas a implantar».

«El mantenimiento de la competitividad de los puertos españoles hace indispensable (…) que las empresas puedan decidir libremente la composición de los equipos de trabajo necesarios para cada actividad», indicó el martes en un comunicado.