Mientras varios países de la región y el papa Francisco reclamaron en estos días de crisis por el coronavirus el levantamiento de las sanciones unilaterales contra Venezuela, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, avisó hoy que «vienen más medidas contra la dictadura», tras la decisión de Estados Unidos de imputar al presidente Nicolás Maduro y a otros dirigentes chavistas por «narcoterrorismo».

Guaidó explicó en una entrevista concedida al portal de noticias La Gran Aldea que lo que está en marcha es «una estrategia general articulada con los aliados internacionales» de la oposición venezolana, según consigna un despacho de DPA.

Guaidó indicó que hasta ahora se han priorizado «las opciones que generan estabilidad, gobernabilidad y una transición ordenada», tales como la «hoja de ruta» propuesta por Estados Unidos para una «transición democrática» en Venezuela.

En ese sentido, Guaidó insistió en que es la misma propuesta que la delegación opositora planteó al chavismo durante el proceso de Oslo y Barbados de 2019, que consiste en que tanto él como Maduro se aparten para dar paso a un gobierno de transición que guíe al país hacia unas elecciones «creíbles», aunque luego desde Washingto se habló de la posibilidad de que el actual mandatario chavista se presente como candidato en esos comicios.

Maduro ya rechazó tajantemente la idea estadounidense, y en este marco Guaidó subrayó durante la entrevista que «ya hemos quemado la etapa de apelar a la buena fe de la dictadura», y afirmó que se dirigen a un sector más amplio, incluso dentro del chavismo.

«Esta es una apelación a las capacidades del pueblo y del mundo», enfatizó, por lo que «vamos a escalar a donde sea necesario para lograr la libertad de nuestro país».

«Venezuela ya está pagando un costo social altísimo, sin precedentes, que nos coloca a la vera de una catástrofe no imaginada», por lo que «todas las opciones tienen que contemplarse» porque»no estamos jugando», aseguró.

Pero en esta estrategia para terminar con el gobierno de Maduro, Guaidó descartó un nuevo diálogo con el Gobierno, en respuesta a la vía planteada por algunos opositores, entre ellos Henrique Capriles.

En su opinión es un «error de arranque» porque supone «hacerle un favor la dictadura» al «equiparar su carga y responsabilidad con el Gobierno encargado», porque «son 20 años de corrupción, abusos, persecuciones», afirmó.

Interrogado sobre el balance que hace de su primer año como «presidente encargado», Guaidó se declaró «satisfecho» porque recabó «apoyos fundamentales dentro y fuera del país» y logró «acorralar a la dictadura», aseguró.

Pero a la vez también se declaró «insatisfecho» porque no ha conseguido echar a Maduro de Miraflores. «No hemos concretado el esfuerzo y se ha prolongado el sufrimiento de nuestra gente», lamentó.

En enero de 2918 Guaidó fue proclamado como presidente de la Asamblea Nacional, que domina la oposición, como «presidente encargado» de Venezuela, y desde entonces ha recibido el respaldo de medio centenar de países, liderados por Estados Unidos, pero tras varios intentos aún no controla los resortes del poder.

En los últimos meses se han comenzado a escuchar voces dentro de organismos y foros regionales que reclaman el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela, en el marco de la pandemia de coronavirus.

Incluso del papa Francisco, en su bendición Utbi et Orbi por las pascuas de este domingo pidió al mundo una condonación de la deuda de los países pobres y que se «relajen las sanciones internacionales» contra naciones afectadas por la pandemia, entre las que citó a Venezuela.