El ex secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, se refirió durante el Foro Económico Mundial a los dos mayores frentes de conflicto que atraviesa el mundo, tanto el que arde entre armas, bombas y destrucción como es el ruso-ucraniana, como aquel que en medio de aprestos de guerra y movimientos estratégicos se despliega en el oriente global con China como epicentro.

En el marco de una entrevista realizada por un ex alumno suyo de Hardvard, Graham Allison, el controvertido premio Nobel de la paz, reiteró algunos conceptos vertidos en la edición del año pasado del Foro de Davos: “El año pasado hice aquí algunas observaciones sobre cómo concebir el fin de la guerra en Ucrania, no se entendió completamente cuál era la intención, y permítanme repetir y ampliar algunos de estos principios”.

“La guerra en Ucrania comenzó con la invasión de un país soberano, y el principio de que no debe ser un método para resolver disputas nacionales fue establecido por la OTAN y fuertemente apoyado por los Estados Unidos. Y he apoyado firmemente los esfuerzos para hacerlo”, expuso.

Enseguida, Kissinger añadió: “Ahora estamos en un punto en el que muchos de los objetivos ya se han logrado. Se ha demostrado que un ataque convencional de Rusia a Europa encontrará una resistencia unida y que probablemente Rusia no tenga la capacidad de superarlo por medios convencionales”.

Más adelante, especificó que “la OTAN se ha ampliado con la adhesión de Finlandia y Suecia, por lo que el objetivo estratégico se ha logrado de manera importante, pero el resultado de la guerra implicará también dónde se deben trazar las líneas en el proceso de evitar que la guerra se intensifique y cause daño más allá de lo que ya ha causado”.

“Lo propuse el año pasado, y vuelvo a pensar que un alto el fuego en la línea de una invasión es un resultado razonable de la acción militar, y no necesariamente el resultado de una negociación de Estados Unidos que ha apoyado la resistencia ucraniana”, redondeó.

Además, el ex funcionario del Gobierno de Richard Nixon, subrayó que “cada parte debe considerar por sí misma cómo se puede enfrentar la amenaza a la supervivencia humana de la destructividad de las armas, junto con hacerlas casi conscientes en su aplicación.”

“Ahora esperamos que el coraje del período y el heroísmo del período coincidan con una visión de un proceso que utilice el tiempo como un paso hacia el fortalecimiento de Europa y una apertura a Rusia, si cumple con las condiciones requeridas para participar como miembro en estos procesos europeos,” advirtió.

Después de ser consultado acerca de su visión sobre la situación en China y su zona de influencia, Kissinger optó inicialmente por hacer un repaso histórico que lo contó como protagonista: “Cuando el presidente Nixon comenzó a moverse junto con Mao hacia el progreso en la relación chino-estadounidense hubo 162 negociaciones que terminaron muy rápidamente en cada ocasión porque cada parte presentó propuestas que el otro lado no aceptaría”.

Más adelante señaló que más adelante ofrecieron una “perspectiva segura de desarrollo de relaciones constructivas, incluso entre sociedades que tenían diferencias ideológicas sustanciales” y que China se sintió al mismo tiempo bajo la presión de Rusia y consideró ventajoso abrir un diálogo con Estados Unidos”.

“Durante cinco décadas, este proceso operó de manera efectiva. La cuestión de Taiwán se sometió a acuerdos en virtud de los cuales Taiwán podría desarrollarse económicamente sin la afirmación de los Estados Unidos de una China separada”, describió el también funcionario del presidente estadounidense Gerald Ford.

Seguidamente dijo que “la contribución que hizo Estados Unidos al proceso fue su afirmación de que entendía que la óptica china de una sola China, y que no la pondría a prueba, ha estado bajo presión en las últimas semanas cuando los presidentes de China y los Estados Unidos se han reunido para detener el movimiento hacia el conflicto y comenzaron a crear una base para un diálogo”.

“Lo que este proceso necesita sobre todo es una profunda convicción de ambos lados de que no es simplemente un movimiento táctico, sino una necesidad para nuestro período en el que los dos países tecnológicamente más avanzados con capacidades en inteligencia artificial y destructividad nuclear toman partes en una confrontación militar que es contraria a la estabilidad y en última instancia a la supervivencia del ser humano mismo” completó.

A continuación, sentenció: “No deberíamos mirar sus negociaciones como medio de construir sobre sus supuestas ventajas sobre el otro, tal objetivo es probable que no sea alcanzable en la primera fase”.

“Y noté con gran placer que la parte china levantó su insistencia en que cada tema tenía que ser negociado simultáneamente. Y así Estados Unidos ha correspondido por su propia voluntad de participar en pasos específicos”, narró.

Finalmente, Kissinger profundizó: “Por supuesto, no hablaré de una dominación bilateral del mundo, los dos países tienen sus aliados y tienen sus preferencias culturales, pero necesitan hacer algo que nunca ha sucedido aún, una forma de armonizar el destino de la humanidad en el desarrollo de sus capacidades no destructivas en aras del progreso de la paz y de la Humanidad. Esa visión se nos puede presentar, pero solo si los líderes de ambos países producen la convicción en sus sociedades de que no es necesario, y no actúan bajo la creencia de que pueden encontrar una manera de destruir a los demás”.