Las autoridades de Israel ordenaron este lunes el corte «inmediato» del suministro de agua en la Franja de Gaza, en el tercer día de enfrentamientos, tras el ataque de Hamas a Israel del sábado.

El ministro de Energía del país hebreo, Israel Katz, ordenó «el corte inmediato del suministro de agua (desde Israel) a Gaza», señaló su vocero en un comunicado.

El acceso al agua potable es un derecho humano fundamental amparado por el derecho internacional, según lo confirma desde 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Israel abastece alrededor del 10 % del consumo anual de agua a la Franja de Gaza.

La decisión del Gobierno de coalición de Israel, conformado por partidos ultraconservadores de extrema derecha y judíos ultraortodoxos, llega tres días después de uno de los ataques más letales del movimiento islamista Hamas, que controla este territorio palestino.

El sábado por la mañana, Hamas atacó Israel desde Gaza y desestabilizó la seguridad israelí, en una operación sin precedentes, en la que secuestró a unas 100 personas, entre civiles y soldados.

Asimismo, los ataques dejaron, hasta el momento, unos 800 israelíes muertos y 2.150 heridos, según un nuevo balance publicado por el Ministerio de Salud israelí durante la mañana de este lunes.

En respuesta a una ofensiva militar de Hamas en suelo israelí, Israel atacó por aire cientos de objetivos en la Franja de Gaza.

Los bombardeos israelíes causaron al menos 560 muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza, un superpoblado y empobrecido enclave en donde viven 2,3 millones de palestinos.

Durante la mañana de este lunes, el Ejército israelí informó que retomó el control de localidades del sur del país atacadas por Hamas cerca de la Franja de Gaza, donde los bombardeos israelíes mataron a cuatro «prisioneros» en manos del movimiento islamista palestino.

En medio del conflicto desatado el sábado, más de 123.000 personas se vieron desplazadas en la Franja de Gaza, indicó este lunes Naciones Unidas.

«Las hostilidades provocaron desplazamientos internos» en el territorio, indicó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que habla de «más de 17.500 familias, que representan 123.538 personas».

Más de 73.000 personas están alojadas en escuelas, algunas de ellas designadas como refugios de emergencia, precisó la OCHA.

«En esas escuelas hay electricidad, y les estamos dando comida, agua potable, apoyo psicológica y atención médica», dijo a la agencia de noticias AFP Adnan Abu Hasna, vocero de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa, por sus siglas en inglés).