La guerra, la violencia y los desastres naturales dejaron la cifra récord de 65,6 millones de personas en situación de desplazamiento forzado hasta finales de 2016, según un informe presentado hoy en Ginebra por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

El número aumenta en más de 300.000 personas a la cifra ya de por sí preocupante del 2015, consigna Tendencias Globales de ACNUR, el principal estudio anual sobre la situación de los desplazados que elabora la Organización de Naciones Unidas.

Aunque la tendencia se frenó levemente el año pasado, cuando 10,3 millones de personas se vieron obligadas a huir al extranjero o dentro de su propio país frente a las 12,4 millones de 2015, el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, subrayó que el escenario dista mucho de ser positivo.

«Desde cualquier punto de vista, esta cifra es inaceptable y plantea con más fuerza que nunca la necesidad de mayor solidaridad y un propósito común para prevenir y resolver las crisis y para garantizar entre todos que los refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo del mundo reciben protección y atención adecuadas, al tiempo que se buscan soluciones», declaró Grandi.

«Tenemos que hacerlo mejor por estas personas. En un mundo en conflicto, lo que se necesita es determinación y valor, no miedo», afirmó.

La cifra de 65,6 millones está formada por tres componentes importantes.

En primer lugar el número de refugiados, que con 22,5 millones es el más alto de los que se tiene constancia. De éstos, 17,2 millones se encuentran bajo el mandato de ACNUR, y el resto son refugiados palestinos registrados ante la organización UNRWA.

El conflicto de Siria sigue siendo el que genera más refugiados a nivel mundial -5,5 millones-, aunque en 2016 el principal factor de este incremento fue Sudán del Sur, donde la desastrosa ruptura de los esfuerzos por la paz en julio de ese año contribuyó a la salida de 739.900 personas hasta finales de diciembre de 2016.

«Ninguna crisis de refugiados me preocupa tanto como la de Sudán del Sur», señaló el jefe de ACNUR en África, Valentin Tapsoba, que advirtió que dos tercios de los refugiados en este grave conflicto son niños.

Los diez países con mayor cantidad de refugiados son Siria, Afganistán -2,5 millones-, Sudán del Sur -1,87 millones-, Somalia, Sudán, Congo, República Centroafricana, Myanmar, Eritrea y Burundi.

El segundo componente de la cifra global es el desplazamiento de personas dentro de su propio país, cuyo número era de 40,3 millones al término de 2016, frente a 40,8 millones un año antes.

Siria, Irak y el aún muy considerable desplazamiento dentro de Colombia fueron las principales situaciones de desplazamiento interno.

Finalmente, el tercer componente son los solicitantes de asilo, personas que han huido de su país y solicitan protección internacional como refugiados, consignó la agencia de noticias DPA.

Al concluir 2016, el número de personas que había solicitado asilo en el mundo era de 2,8 millones.

«65,6 millones significa que, por término medio, una de cada 113 personas en el mundo se halla en situación de desplazamiento, es decir, una población mayor que la de Reino Unido, 21º país del mundo en cantidad de habitantes», denuncia el texto.

Una de las principales conclusiones del informe es que las cifras de nuevos desplazamientos en particular siguen siendo muy altas y que los retornos de refugiados y desplazados internos a sus lugares de origen, unidos a otras soluciones como el reasentamiento en terceros países, permitieron que 2016 trajera una perspectiva de mejora en algunos casos.

Más o menos medio millón de refugiados pudieron retornar a sus respectivos países de origen, y aproximadamente 6,5 millones de desplazados internos lo hicieron a sus zonas de origen, aunque en muchos casos en condiciones que distaban de ser ideales y con unas perspectivas inciertas.