El Cuerno de África, que abarca en el este del continente a Somalia, Yibuti, Etiopía y Eritrea, frente a la Península Arábiga, es una de las regiones más vulnerables al cambio climático. En esa zona, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos.
Las inundaciones en el país africano destruyeron seis centros médicos, 200 letrinas y cuatro colegios, dejando sin clases a más 3.000 niños. Según, La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) cerca de 100.000 personas se han visto afectadas.
El atacante suicida arremetió con un coche cargado de explosivos contra un hospedaje con funcionarios del Gobierno en Bardera, 450 kilómetros al oeste de la capital Mogadiscio. Aún nadie se adjudicó el ataque.
Según un informe policial, “un grupo de combatientes de Al Shabab atacó un hotel comercial en el distrito de Bondhere y las fuerzas de seguridad entablaron un combate para eliminarlos".
Dos vehículos cargados de explosivos estallaron en la transitada intersección Zobe, en la ciudad de Mogadiscio, y tras la explosión hubo un tiroteo cerca del Ministerio de Educación.
El grupo extremista al-Shabab reivindicó la autoría del atentado, señalando que sus combatientes habían atacado a los administradores de la región de Jubaland, los cuales trabajaban desde el hotel.
Los enjambres de gran movilidad se ven con frecuencia en varias partes del país africano actualmente.
A mediados de enero de este año, el gobierno de los Estados Unidos anunció la retirada casi total de sus tropas de suelo somalí. Este país árabe, de enorme importancia geoestratégica, intentará en el 2021 avanzar en el proceso de reunificación y estabilización de un territorio fragmentado y en constante conflicto desde 1991.
Dos días después del brutal atentado que provocó 92 muertos en la capital de Somalia, se ignora el paradero de al menos 21 personas, entre ellos seis niños, que no aparecen ni en a lista de fallecidos ni entre el centenar de heridos.
El hecho ocurrió a las 8 hora local (02:00 de Argentina) en un puesto de control que conecta la capital somalí con la localidad de Afgoye.
El grupo yihadista Al Shabab se atribuyó el atentado con explosivos y advirtió que su objetivo era el enviado de las Naciones Unidas James Swan, quien poco antes se había retirado del edificio.
Ocurrió cerca del parlamento de Mogadiscio horas después de que una milicia ejecutara a nueve civiles de una tribu con presuntos vínculos islamitas.