Brasil puso en marcha una masiva campaña de vacunación frente a los registros récord de muertes e infecciones por dengue. El virus transmitido por el mosquito ya causó unas 1000 muertes confirmadas y más de 1500 están en proceso de investigación por las autoridades sanitarias.

El Panel de Arbovirus del Ministerio de Salud dijo que se han registrado 1.020 muertes por la enfermedad, mientras que el número total de víctimas por la misma dolencia en 2023 ascendió a 1.079. Además, el país vecino ha registrado unos 2,6 millones de infecciones.

De los estados con más cantidad de casos se destacan siete: Alagoas, Bahia, Maranhão, Mato Grosso do Sul, Pernambuco, Rio Grande do Norte y Sergipe. Todos han declarado la emergencia sanitaria.

Por su parte, Acre, Amazonas, Espírito Santo, Goiás, Minas Gerais, Piauí, Roraima y el Distrito Federal (Brasilia) marcan una tendencia a la baja.

Ante la gravedad de la epidemia, el gobierno de Lula, en coordinación con los gobernadores, puso en marcha un plan de vacunación que incluyó a niños y adolescentes de 10 a 14 años. El criterio para la aplicación de dosis gratuitas está vinculada a la cantidad de casos por cada 100 mil habitantes

El Ministerio de Salud compró 5,2 millones de dosis de la vacuna japonesa Qdenga, desarrollada por el laboratorio Takeda, y ya ha suministrado 1,32 millones de dosis sin costo alguno para la población. Es la misma vacuna que está en Argentina, pero con la diferencia que aquellos que quieran suministrársela deben pagar 70 mil pesos.

El infectólogo del prestigioso Instituto FioCruz, Julio Croda, afirmó que «el gobierno identificó tempranamente que tendríamos un año con cifras récord de casos y muertes. Organizó el centro de emergencia y publicó una ordenanza sobre la transferencia de recursos a los estados y municipios».

«También realizó capacitaciones y brindó asistencia técnica. Además, adquirió todas las dosis de vacuna disponibles para su compra y fue el primer país del mundo en ofrecerla a través del sistema único de salud», destacó.

El Gobierno argentino, por su parte, se limitó a culpar a la gestión anterior y poner mantos de sospecha en las empresas farmacéuticas que diseñan la vacuna, además de plantear que la epidemia se termina cuando llegue el invierno o se mate al mosquito.

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«La OMS ya recomienda vacunar a los niños de 6 a 16 años en lugares con alta transmisión de la enfermedad. Quizás no sea una medida para todo el país. Pero para las regiones donde hay epidemias recurrentes de dengue (principalmente en el norte del país), sería una estrategia interesante para garantizar la protección contra la hospitalización y la muerte», concluyó Croda sobre el caso nacional.