Los 15 países miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas expresaron este jueves en un comunicado conjunto su «profunda preocupación» por el estado de emergencia impuesto el lunes en Myanmar (ex Birmania) y exigieron la liberación de líderes como la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, aunque evitaron calificar el hecho como de golpe de Estado.

El organismo no se había pronunciado hasta ahora, aparentemente por las suspicacias de China, país con representación permanente y derecho de veto, a condenar el golpe perpetrado por las Fuerzas Armadas.

Los países del Consejo publicaron este jueves un comunicado en el que lamentan las detenciones «arbitrarias» de altos cargos y abogan por el mantenimiento de una «transición democrática».

En este sentido, instan a todas las partes a mantener el «diálogo» y la «reconciliación», reprodujo la agencia de noticias Europa Press.

En su comunicado, los 15 países expresan también su «preocupación» por «las restricciones sobre la sociedad civil, periodistas y trabajadores de medios» y reclaman un acceso «seguro y sin trabas» de la ayuda humanitaria, que implica volver a autorizar los vuelos de Naciones Unidas.

«Los miembros del Consejo de Seguridad han reafirmado su fuerte compromiso con la soberanía, la independencia política, la integridad territorial y la unidad de Birmania (Myanmar)», concluye la nota.

Horas antes, decenas de diputados de la Liga Nacional para la Democracia (LND) firmaron un «compromiso para servir al pueblo» y organizaron una sesión parlamentaria simbólica para denunciar el golpe de Estado que derrocó al Gobierno civil de la líder de la agrupación, Aung San Suu Kyi, mientras continúan los llamados a resistir.

La legisladora Phyu Phyu Thin, electa por un distrito de Yangón, señaló en las redes sociales que ella y unos 70 parlamentarios se reunieron en un complejo residencial de la capital, Naipyidó, donde permanecían hasta ayer retenidos por los militares.

El grupo, que necesita las firmas de al menos 400 miembros -de un total de 664 integrantes del parlamento bicameral- para que la sesión sea validada, anunció la formación de «un gran Gobierno rival», informó el portal alemán de noticias Deutsche Welle.

Los diputados se encontraban en la capital el lunes para jurar sus cargos tras las elecciones generales de noviembre, donde la LND arrasó en las urnas, cuando el Ejército tomó el poder antes de la sesión inaugural del Legislativo.

En la ciudad de Mandalay, en el centro del país asiático, se realizó una manifestación con pancartas que decían «¡Protesta del pueblo contra el golpe de Estado militar!», por la que cuatro personas fueron detenidas, según medios locales.

El miedo a las represalias persiste en este país que vivió bajo la dictadura militar durante casi 50 años desde su independencia en 1948.

Anoche, en el barrio comercial de Yangón, la capital económica de Myanmar (antigua Birmania), los habitantes hicieron sonar las bocinas y armaron un estruendo golpeando cacerolas por segunda noche consecutiva. Algunos coreaban: «¡Viva Madre Suu!» (por Aung San Suu Kyi), informó la agencia de noticias AFP.

El Ejército impuso el estado de emergencia por un año y arrestó a Suu Kyi y a otros dirigentes de su partido, la LND.

La líder de 75 años, que se cree que se encuentra bajo arresto domiciliario en Naipyidó, fue acusada de haber violado una norma comercial.

En Facebook, se crearon grupos que piden «desobediencia civil», pero los generales ordenaron anoche el bloqueo de esta popular red social, un instrumento esencial de comunicación en Myanmar.

La compañía estadounidense informó hoy que algunos de sus servicios estaban «perturbados» y exhortó a las autoridades a «restablecer la conexión».

El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que haría cuanto pudiese para que la comunidad internacional «ejerza suficiente presión» sobre Myanmar para garantizar un «fracaso» del golpe de Estado.