El residente de la ONU en Siria y coordinador humanitario, Ali al Zatari, y otros representantes de las Naciones Unidas en Damasco hicieron este llamamiento ante una situación que consideran «extrema» en varias partes del país, donde las agencias humanitarias no tienen acceso o se exponen al fuego cruzado entre las fuerzas sirias y los rebeldes.

En un conferencia de prensa, el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke, señaló que la demanda es el «cese inmediato de las hostilidades durante al menos un mes en toda Siria para poder entregar ayuda humanitaria y servicios, evacuar a los enfermos graves y heridos y aliviar el sufrimiento de los sirios».

La ONU consideró especialmente delicada la situación en Afrín, donde Turquía lanzó una intervención militar para acabar con la milicia kurda que domina este cantón sirio del extremo noroeste del país, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).

Hoy, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG afín a la oposición armada siria, reportó la muerte de al menos un menor y otras trece personas por la caída de varios cohetes en un campo de desplazados en la frontera entre Siria y Turquía.

Esta misma ONG con sede en Londres, informó también sobre nuevos bombardeos, presumiblemente de fuerzas gubernamentales, sobre la región de Ghouta Oriental, uno de los últimos bastiones cercanos a Damasco controlados por la oposición al presidente Bashar Al Assad.